Cambie su fuente de confianza y adquiera una nueva y buena raíz
Desde el día 2 de Octubre, cuando comenzó el evento “Corte la raíz”, en todos los cenáculos del Espíritu Santo, obispos y pastores han enseñado cómo identificar y eliminar la raíz del problema. Aún así, para que tengamos una nueva vida y comencemos a dar buenos frutos, no basta que la raíz mala sea eliminada, es necesario sembrar una nueva raíz para que produzca buenos frutos.
El obispo Renato Cardoso nos enseña que el primer paso es cambiar nuestra fuente de confianza. Según él, el propio Dios nos explica eso a través del profeta Jeremías (17:5-8):
“Así ha dicho el Señor: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y ¡su corazón se aparta del Señor!. Confiar en médicos, abogados, sabios de este mundo y en su propia sabiduría y capacidad y olvidarse de depender de Dios. Observe que estas personas vivirán bajo una maldición, no se trata solo de mala suerte o de períodos malos, sino de una estado de constante negatividad y sufrimiento.
“Será como la retama en el desierto, (abandono, soledad, desolación, rechazo, desprecio) y no verá cuando viene el bien, (ciego por su propio orgullo, perderá las oportunidades; podrá tener bienes pero no los aprovechará, como les sucede a muchos ricos de este mundo) sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada (atraerá cosas malas, vivirán en las peores circunstancias).”
Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor. (Haga de Él su raíz. Dependencia. Apóyese solamente en Él).
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, (el Espíritu Santo), que junto a la corriente echará sus raíces, (que baja del trono de Dios) y no verá cuando viene el calor, (las malas noticias, los momentos malos), sino que su hoja estará verde; (no cambia su apariencia, como muchos que son como la luna que dependen de las circunstancias externas) y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto (nada es excusa para que no de fruto, pues ese árbol continua siendo alimentado por las capas de agua que rodean la raíz).
El obispo explica que cuando cambiamos nuestra fuente de confianza, reconocemos que Jesús es nuestra Raíz. “El es la fuente de toda la energía que usted necesita para la vida. Pero, para recibir esa energía, usted tiene que estar conectado, y ser un receptor de ésta. Lejos de Mi, nada podéis hacer, dijo.”
Para finalizar, el obispo nos orienta cómo aplicar eso en nuestra vida: “Saque su confianza de las personas, cosas, conocimientos y de sí mismo, y póngala totalmente en Dios. Estudie, vaya al médico, interactúe con la gente pero no confíe en esas cosas. Sepa que todo es limitado y puede decepcionarlo.
Comience a desarrollar una dependencia, un vínculo con la Raíz verdadera, Jesús. Hable con Él constantemente. Medite en lo que Él dijo en la Biblia. Frecuente Su Casa con otros de la misma fe. Busque agradarlo y seguir sus consejos, recomienda.