Algo tan simple, pero tan ignorado en muchas relaciones: tratar al otro con amabilidad.
No porque conviva con una persona significa que tenga derecho a tratarla de mala manera.
Al contrario, por convivir, debería tener más paciencia con quien tolera su defectos. Ser amable no es sencillo, pero quien nos ama y a quien amamos merece que la tratemos con respeto.
Adopte la costumbre de nunca tratar a la persona amada de forma brusca o agresiva. Eso no cuesta nada.
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