Así es joven, con plena seguridad, usted ya se ha cansado de escuchar a profesores de educación física o incluso a profesionales de la salud que dicen que no debemos omitir la elongación, etapa muy importante de cualquier ejercicio físico, incluso los practicados por entretenimiento. Y ellos tienen razón. El procedimiento, por lo general muy sencillo, prepara los músculos para el estímulo que recibirá a continuación. Elongando correctamente, usted disminuye la rigidez muscular y favorece su recuperación después de la actividad física. Así es, la elongación debe realizarse antes y después. Es rápida y eficaz.
Existe también la elongación estática y dinámica. La estática es la que estira los músculos de cierta parte del cuerpo y los mantiene en una cierta posición durante algunos segundos. La dinámica incluye movimientos (como por ejemplo, saltos con separación de piernas y brazos, o movimientos de piernas y cadera), y también funciona para calentar los músculos.
Por supuesto que hay ejercicios de elongación adecuados para cada tipo de ejercicio y es ahí donde entran los profesionales que deben acompañarlo: su médico y su entrenador. Puede parecer una exageración, pero no lo es. Para cualquier actividad física, se deben consultar a estos especialistas, que le aconsejarán según su tipo de cuerpo y su historial o estado de salud, lo que evitará problemas y mejorará los resultados – incluso le enseñarán a que realice este ejercicio adecuadamente.
¿Ha visto, mi amigo? La cuestión no es salir estirándose por ahí. Durante la elongación, se debe estar relajado y concentrarse en la actividad, así como en la respiración – muy importante en el proceso. No importa si usted es una atleta profesional, si practica algún deporte por ocio y mucho menos la disciplina elegida.
Los beneficios de la elongación son muchos. Solo citamos algunos: reduce las tensiones musculares porque relaja el cuerpo; proporciona “conciencia corporal” (usted comienza a notar aún más las diferentes partes del cuerpo y sus transformaciones al concentrarse mejor en ellas); hace que los movimientos sean más livianos y brinda una mayor flexibilidad; mejora la postura; ayuda a prevenir calambres; activa la circulación y previene lesiones.
“¿Por qué algunas empresas promueven que sus empleados realicen ejercicios de elongación en las oficinas y patios? Y ¿por qué algunas escuelas tienen incluso intervalos para sus alumnos en el salón de clases?” Usted se puede haber preguntado mentalmente. ¿Recuerda lo que dijimos en el comienzo de este artículo que la elongación también es un ejercicio? Así es, este ejercicio recupera la correcta circulación de la sangre, corrige la respiración y puede hasta ayudar a mejorar el razonamiento, además de disminuir la tensión, el malestar físico y mental.
Pero, al mismo tiempo, por ser un ejercicio, puede lesionar músculos y tendones si se hace de manera equivocada. Por eso generalmente, esos lugares cuentan con un profesional para orientar a las personas.
Viéndolo bien, amigo, elongar es una cuestión, antes de todo, de disciplina. No sirve de nada practicar ejercicios diariamente o pagar el mejor gimnasio de la ciudad si usted simplemente ignora esa etapa tan importante del proceso. Más importante que hacer cualquier cosa es hacerla correctamente.
Elongación mental
Muchos no se preocupan en realizar ejercicios de elongación antes o después de los demás ejercicios, así como en otros aspectos de la vida, hay cosas que no podemos dejar de hacer y corremos el riesgo de dejarlas de lado. Es fácil caer en esa tentación, pero se puede evitar, como lo demuestra el Desafío #1 del proyecto IntelliMen 2.0, aquí.
Tenga cuidado con los fraudes
Al comprar aplicaciones, prefiera las tiendas virtuales certificadas (iTunes o Google Play, por ejemplo). Lamentablemente ha crecido el número de virus que utilizan nombres y son aparentemente similares a las aplicaciones, todo con el fin de “atrapar” a los que las utilizan. ¡Manténgase alerta!
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