La Iglesia Universal hace 20 años realiza con perseverancia un trabajo de evangelización en Mozambique, en el continente africano. Innumerables templos esparcidos por el país reciben cada vez a más fieles en busca de apoyo espiritual, del encuentro con el Espíritu Santo y la comunión con Dios.
Recientemente, se hizo una gran evangelización en distintas calles de la zona baja de la ciudad de Maputo, capital del país. Pastores y esposas, obreros y evangelistas salieron por las calles llevando el Evangelio a sus semejantes.
Le hablaron a cada persona acerca de la necesidad de convertirse y entregar su vida al Señor Jesús, arrepentirse de sus pecados y alejarse de los malos caminos, para tener la Salvación y una vida de calidad.
Según el pastor Cremildo Arrone, ese movimiento de evangelización busca llevar una palabra de vida, de fe y esperanza a los sufridos. “De esa forma, nosotros buscamos mostrar que es posible cambiar la situación de sus vidas, que Dios puede ayudarlos.”
El trabajo ayuda a personas como Engrácia da Conceição, de 40 años (foto). Ella vivió más de 3 años dominada por los malos espíritus. “Vivíamos, mi marido y yo, en una situación triste. Sufríamos enfermedades, pesadillas y a la noche éramos atormentados por los espíritus malos.” Hoy, después de conocer a Dios, ella está liberada. “Estoy libre de las pesadillas, enfermedades y problemas espirituales. Hoy duermo en paz y soy muy feliz.”
La joven Antonina Maximiano, de 25 años, también enfrentaba distintos problemas en su vida. Durante muchos años, ella sufrió por la anemia, miomas y hemorragias, y siempre sentía mareos y dolores de cabeza muy fuertes. Por ese motivo, no podía trabajar.
“El momento más difícil de mi vida fue cuando el médico descubrió que tenía miomas en el útero y que debían operarme. Cuando escuché eso tuve mucho miedo porque una hermana más grande murió con la misma enfermedad”, cuenta Antonina.
Ella buscó ayuda en distintos lugares, sin embargo, todo fue en vano hasta que comenzó a participar de las reuniones de sanidad y liberación de la Iglesia Universal y a tener su vida renovada y transformada por la comunión con Dios.