¿Cuántas mujeres se deparan con esas prendas fabulosas en las vidrieras y caen en la tentación de llevarlas hacia su guardarropa? ¿O cuántas compran inducidas por el precio tan bajo de la liquidación y adquieren ropas que no les queda bien? El resultado: varias prendas encalladas en el guardarropa y esa sensación de nunca tener qué ponerse.
La escritora Nina García dice lo siguiente al respecto en “El Libro Negro del Estilo”: “¿Cuántos prendas la hacen sentirse bien consigo misma y cuántas veces miró su armario y dijo ‘no tengo ropa’. Sea una editora. Deshágase de todo lo que no usa o que no le queda bien. No me interesa si es la última moda o si es un elemento obligatorio de la temporada. No me importa si usted gastó el equivalente a una semana de trabajo en la prenda en 1999. No me interesa si fue la ropa que usó todos los días cuando cursaba en la facultad y si no soporta la idea de deshacerse de la misma. Su guardarropa debe estar abarrotado, pero, ¿cuántas prendas realmente usa?”, pregunta Nina, que también es editora de moda de Marie Claire América.
Por eso, Folha Mujer la desafía a usted: ¿Qué tal si en vez de hacer de su guardarropa un enemigo, lo vuelve un desafío? Marque la próxima frase: es más fácil inspirarse viendo cinco prendas increíbles, que encontrarse con 25, de las cuales 20 no tienen nada de interesante. Organice su vestuario y después cambie sus hábitos de compra. Le garantizo que transformarse en una mujer con estilo será mucho más sencillo. Y vea nuestra selección de looks inspiradores con prendas básicas y comodines.
El secreto es prestarle atención a las caídas y a los colores: huya de lo que fuera muy ajustado y de las prendas con un brillo exagerado. Apueste a los estampados y a las texturas que la favorezcan. Invertir en lo esencial no significa dejar que el look caiga en lo común. Acabe el estilo con las cómodas ballerinas o chatitas o súbase a aquel stiletto negro nada básico. ¿Quiere ser osada? Las open boots, las sandalias abotinadas, van bien en verano o en invierno. Olvídese del vestido negro de siempre y opte por las caídas leves y los colores comodines como el azul royal o el burgundy.
Apueste a los clásicos
¿Vio aquella prenda atemporal que privilegia a la mujer independientemente de la edad y de la temporada? Son en esas en las que vale la pena invertir: el tubo clásico, la camisa blanca de siempre que huye de ser común por tener ese corte diferente, el cárdigan calentito que nos protege de la brisa al final de la tarde, polleras que son cómodas y que dan elegancia como las midi, los blazers, los tapados de estilo trench coat, los tradicionales pantalones oxford y el viejo y buen jeans.
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