Las dificultades para predicar el Evangelio en otros países son innumerables, y la escasez de personas dispuestas a dejar su país de origen y vivir el “id y predicad el Evangelio a toda criatura”, encabeza la lista. El propio Dios en Su Palabra preguntó: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”(Isaías 6:8) Aún son pocos los que dicen “Heme aquí, envíame a mí”. Entre esos pocos están los primeros pastores que fueron consagrados el día 19 de agosto en la Universal de Dublín, capital de Irlanda. La iglesia está en el país desde el año 2003.
Los pastores Oswaldo Correa, de 29 años, y Michael Souza de 30, juntamente con sus respectivas esposas, Elen Correa de 27 años, y Thamires Souza, de 25, no esperaban la consagración que fue anunciada durante la reunión por el obispo Celso Junior, que ayuda en el trabajo evangelístico en Europa. “Todo siervo de Dios sueña con este momento, y para nosotros fue algo inesperado. Al oír nuestros nombres, era como si estuviésemos escuchando la voz del propio Dios llamándonos”, relata la esposa del pastor Michael.
Casados hace 7 años (foto de al lado), ellos están en Irlanda desde el año 2013, habiendo pasado antes por Inglaterra donde estuvieron dos años. Los dos cuentan que fue una alegría saber que Dios estaba contando con ellos para esta gran misión.
Casados hace 6 años, y 4 de ellos viviendo en Irlanda, el pastor Oswaldo, que lleva dedicados 12 años de su vida en la Obra de Dios, habla sobre lo que representa en su vida y en la de su esposa esta consagración: “La honra de saber que podemos servir aún más a nuestro Dios”.
Otro país, nuevos desafíos
Vivir en otro país es enfrentar innumerables dificultades, y si ya es difícil para aquel que domina el idioma, imagínese para aquellos que no lo saben. “Yo intentaba comunicarme con las personas, pero ellas no me entendían”, recuerda el pastor Michael. Su esposa, Thamires, se sentía como alguien que no sabía hablar. “Usted no sabe lo que es querer expresarse, pero no lograr hacerse entender.” La dificultad duró algunos meses y fue siendo poco a poco superada.
El Pastor Oswaldo y su esposa, Elen (foto de al lado), recuerdan también las dificultades con el nuevo idioma. “Tuvimos que aprender palabra por palabra, porque no hablábamos absolutamente nada en la lengua inglesa.” Además de la lengua, el frío fue otra dificultad enfrentada por el matrimonio. “Nuestra mayor dificultad fue la adaptación por la diferencia de la temperatura, porque en Irlanda hace mucho frío”. Vencer las dificultades tiene un secreto: “fueron barreras vencidas a través de la fe”, resalta el pastor Oswaldo.
Formando un ejército
Para el obispo Pang Wai Lun, responsable por el trabajo evangelístico en Irlanda, esa bendición se extenderá hacia los demás pastores. Él, que recientemente fue consagrado a obispo, durante la ceremonia en el Templo de Salomón, en San Pablo, habla sobre la alegría de ser consagrado y pasar la bendición en su retorno al país: “Yo fui al Templo de Salomón, enfocado en realizar mi misión de llevar los pedidos de oración de los miembros de la Universal de Irlanda, y ver la gloria de Dios llenando mi cuerpo, el templo del Espíritu Santo, de la misma manera como Él llenó el Templo en el tiempo de Salomón. Claro, yo no esperaba ser consagrado. Fue una completa sorpresa. Un gran privilegio. Volví para Europa con la bendición del Templo, con la gloria de Dios dentro de mí.
Mi primer objetivo era transferir esa bendición espiritual a los pastores, obreros y miembros. Como los pastores son los primeros en la línea de batalla, ahora ellos están equipados con una gran y mayor autoridad espiritual, para marchar en dirección al infierno a liberar a los cautivos. Dios los está preparando para asumir batallas más grandes y conquistar más victorias para nuestro Señor Jesucristo. Estamos por levantar un ejército. Este es el inicio de un gran avivamiento espiritual en este país.”
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