Habiendo preparado a los discípulos, Jesús ahora ora por ellos y por Sí mismo. Él tiene solo algunos minutos antes de que Judas llegue con los guardias y todo el tormento comience. Entonces busca refugio y fuerzas en la oración. Note aquí el poder de la oración para sustentarnos en momentos difíciles. Nunca deje de hacer uso de esa arma. Esta está a su disposición, en cualquier momento, en cualquier lugar.
Jesús hizo esta oración específicamente por los discípulos, no por el mundo en general: “Yo pido en favor de ellos. No pido en favor del mundo, sino por los que Me diste, pues son Tuyos.” (v.9)
Otro detalle: la oración entera aquí en este capítulo fue hecha no solamente por los once discípulos, sino por TODOS los discípulos de Jesús, inclusive los de hoy. Vea lo que Él dijo: “No pido solamente por ellos [los once], sino también en favor de los que van a creer en Mí a través del mensaje de ellos.” (v. 20) ¡Esto lo incluye a usted y a mí también! Como dijo una joven, ¿no es “genial” saber que Jesús oró por nosotros, específicamente por mí y por usted, saber que no hay manera de que el Padre no responda a esta oración que el Hijo hizo en favor de nosotros? ¡Mientras usted sea un discípulo, considérese cubierto y garantizado por ella!
Otro punto interesante de esta oración es la evidencia que Jesús da de su eternidad, cuando dice: “Y ahora, Padre, dame en Tu presencia la misma grandeza divina que Yo tenía Contigo antes de que el mundo existiera.” (v.5 y también 24) Él ya existía antes de la creación del mundo. Dios es eterno. Y por eso quiere que Sus hijos, que Lo aman, pasen la eternidad con Él también. Fue esta la misión principal del Señor Jesús aquí en la Tierra, como Él mismo dijo al comienzo de esta oración.
Pues Le has dado al Hijo autoridad sobre todos los seres humanos, para que Él dé vida eterna a todos los que Le diste. Y esta es la vida eterna: que ellos Te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y que conozca también a Jesucristo, a quien has enviado al mundo.
(vs. 2-3)
¿Usted quiere la vida eterna? Busque conocer a Jesús. Conociéndolo a Él, conocerá a Dios, y así recibirá la vida eterna. Este es el trabajo del Señor Jesús: llevar a las personas a conocer al Padre. Durante este Propósito de Juan, usted está conociendo mejor quién es Jesús, ¿no es así? ¿Se dio cuenta de eso? Este es el camino.
Un último versículo que en mi opinión resume la relación que Dios quiere tener con Sus hijos:
Todo lo Mío es Tuyo, y todo lo que es Tuyo es Mío.
(v. 10)
¿Será que usted puede orar así?
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