Aún teniendo que enfrentar el frío y el cansancio, todas las noches de jueves, el grupo “Arcángel”, de la Fuerza Joven Universal de Ecuador, sale a las calles de la ciudad de Guayaquil – la más poblada del país, con aproximadamente 2,3 millones de habitantes – para brindar asistencia espiritual y social a personas que viven en la calle.
El grupo, organizado por el pastor Alamis de Souza, responsable de la FJU del país, tiene el objetivo de despertar, en aquellos que viven marginados de la sociedad, el deseo de tener una nueva vida.
El proyecto está formado por integrantes de la FJU-Ecuador que ya estuvieron en situación de abandono, prostitución o involucrados con drogas, y, por ese motivo, hoy se empeñan en llevarles a esas personas la ayuda que un día recibieron.
Además de llevar alimentación nutritiva, el trabajo de los voluntarios consiste en conversar con cada uno de ellos, buscando entender las razones que los llevaron a abandonar todo para vivir en condiciones tan precarias, lejos de la familia y de los amigos y, especialmente, mostrarles el Camino para que logren un cambio total y completo.
“Cuando una persona decide vivir en las calles, lo hace porque probablemente, desistió de sus sueños. Y mi meta es que logren hablar de lo que fue enterrado por los fracasos y pérdidas del pasado”, declara el pastor Alamis.
“Los frutos de ese trabajo ya pueden verse”, declara la joven voluntaria Marta Escalante. “Gracias a Dios, algunas personas ya están participando en las reuniones de los domingos, inclusive una señora que atendí. Si ella se propone luchar, saldrá de esa situación y será una vencedora”, afirma la voluntaria.