“Tengo 18 años, no soy virgen, pero tampoco me entrego a cualquiera. Tuve un solo novio y fue estable. Vivo en Inglaterra y él, en Portugal, por eso yo terminé. Me gustaría saber: ¿es malo tener relaciones sexuales con alguien que amo de verdad?”
Respuesta:
No es malo tener relaciones sexuales con alguien que usted ama, el problema es cuando usted no tiene un compromiso de matrimonio con esa persona. Usted no sabe si esa persona la ama al punto de entregarse por usted. Es por eso que Dios nos orienta esperar hasta después del matrimonio, ya que después de un compromiso público, el muchacho realmente quiere corresponderla.
La Biblia llama a eso ‘prostitución’. Claro que con el tiempo y la condenada ‘modernidad’ esa palabra cambió de significado:
“Porque del corazón salen los malos deseos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias.“ Mateo 15:19
Una vez más, algo tan ‘común’ está en medio a todo lo que es malo. Sé que hoy en día, muchas jóvenes que se dicen ‘evangélicas’ duermen con sus novios, ya que prefieren fingir desconocer esa orientación divina. Bueno, vamos a los hechos:
1. Usted está dando todo de sí, él no tiene ningún motivo para casarse con usted – sólo sería por la apariencia. ¿Quién quiere casarse por mera apariencia?
2. Usted puede quedar embarazada y convertirse en madre soltera en cualquier momento. No se queje, usted dio lugar, y él puede o no asumir su papel de padre;
3. Usted se pone a la altura de cualquier otra mujer. Cuando termina la conquista (que es muy común en una relación así), usted es una más en la lista de las muchachas que estuvieron con él;
4. El sexo va siendo cada vez menos especial para usted, cuando tenga que ser especial, no lo será;
5. Su relación con él está basada en el aquí y ahora, no tiene perspectiva ya que no hay un compromiso serio. Y aun si decidiera casarse, como todo empezó de una forma equivocada, es muy probable que también termine de la manera equivocada, debido a que lo que tenía que ser más íntimo entre ustedes, ya fue descartado;
6. Su relación con Dios es inexistente porque usted vive en pecado, ya sabe eso, y no quiere cambiar. Por favor, no Lo culpe por lo que va a suceder;
7. Yo esperé al día de mi casamiento y la luna de miel fue realmente muy especial, tanto para mí como para mi esposo, y no fue por el lugar al que fuimos.
(*) Texto extraído del blog de Cristiane Cardoso.