El 1 de mayo, el Día del Trabajador, quedó marcado en la ciudad de Belo Horizonte. La capital minera recibió la visita del líder de la Iglesia Universal, el obispo Edir Macedo, para una reunión especial.
Miles de personas participaron del encuentro en el Cenáculo del Espíritu Santo de la Avenida Olegário Maciel 1329, en el barrio de Lourdes. En el comiendo de la concentración, todos los presentes recibieron la “Consagración de los trabajadores”. El obispo Macedo explicó la importancia de que la persona tenga visión para conquistar su objetivo y la Salvación: “Dios nos dio inteligencia, y a través de ella es posible tener visión de lo que Él quiere hacer en nuestra vida. Quien manda en nuestra vida es nuestra razón y no nuestro corazón. Tenemos el derecho de hacer nuestras elecciones, el libre albedrío. Quien determinan el futuro no es la religión, signos o profecías, y sí el obedecer a la Palabra de Dios y usar el intelecto.”
Al final, el obispo invitó a las personas a ir delante del altar para que entreguen sus vidas al Señor Jesús.
Para la maquilladora Adriana Bitencourt, ir a la iglesia en pleno feriado valió la pena para crecer aún más espiritualmente.
“La Noche de la Salvación ya es una prioridad en mi vida espiritual. Todos los miércoles dejo todos mis compromisos para participar. Y con la presencia del obispo Macedo aprendí a priorizar mucho más el Espíritu de Dios en mi vida y a usar mi inteligencia”, cuenta.