Cada persona lidia de manera diferente con el luto, pero la forma que Rajashree Patil encontró para hacer eso fue tan singular que ganó las noticias del mundo entero: ella utilizó el esperma que el hijo había congelado antes de morir para generar nietos.
Por eso, Rajashree, de 49 años, contrató un vientre. La idea era que nazca un niño, pero vinieron gemelos. En la entrevista a la red de televisión británica BBC, ella afirmó: “Yo era muy apegada a mi hijo (…) Ahora tengo a mi hijo de regreso”.
El médico que realizó la inseminación artificial en la joven contratada cuenta que Rajashree era “una madre entristecida que quería recuperar a su hijo a cualquier costo”.
El dolor de la pérdida.
Es evidente que ningún ser humano queda feliz al encarar el fallecimiento de una persona amada. Mientras tanto, el obispo Renato Cardoso explica que la vida no puede detenerse por eso. Es necesario entender que todos mueren y que lo más importante es utilizar la fe para vencer el luto:
“Es claro que yo soy carne, y soy humano, yo puedo sentir, puedo llorar por un día o dos, pero no voy a perder mi vida por aquello que sucedió con alguien. Mi estructura, mi base es Dios”, agregó él.
Sufrir es natural, pero existe una manera preventiva de hacer con que ese sufrimiento no paralice totalmente su vida.
Todos los seres humanos morirán en la carne y, por eso, deben buscar al Vida Eterna en Jesús. No permita que un acontecimiento como el de fallecimiento de un ser querido desestructure su vida.
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