“Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a Él, Le dijo: Señor, ¿no Te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.” Lucas 10:40
Marta pensaba que servía por el hecho de hacer. Y hoy muchos se están engañando a sí mismos porque ya hicieron o hacen algo en la iglesia o incluso en la obra.
Hacer es una cosa, servir es otra.
¿De qué forma lo estoy haciendo y para quién?
Servir es hacer la voluntad de su Señor.
Y todo lo que el Señor quería era que Marta detuviera todo, que dejara todo a un lado para estar a Sus pies.
Muchas personas preguntan: “He hecho cadenas, votos, ayunos, oraciones, el Ayuno de Daniel, y no he recibido el Espíritu Santo, ¿por qué?”
Porque una sola cosa es necesaria: dejar todo y ponerse a los pies de Jesús, como María, esto es servir a Dios, hacer Su voluntad.
Servir es obedecer la voluntad de Dios.
Yo puedo hacer, pero si no obedezco, no estoy sirviendo.
“… y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.” Lucas 10:42
No todos los que hacen sirven, pero todos los que están a los pies del Señor Jesús hacen, y hacen con calidad, porque hacen la voluntad del Señor.