El psiquiatra Gregorio Alcaín explicó al portal TN que el “brote psicótico es un término genérico de un estado de alienación que surge de golpe y que puede pertenecer a una enfermedad más o menos grave”.
Durante el tiempo en que sucede ese brote, la persona no puede diferenciar si lo que está pasando a su alrededor es real o no. Su mente genera imágenes o pensamientos y la persona las vive como si fueran auténticas, segura de que están ocurriendo.
Pero, ¿quiénes pueden padecer un brote psicótico? “En realidad, no sabemos exactamente cuáles son los orígenes de ninguna enfermedad psiquiátrica, menos aún cuando se produce un brote psicótico”, explica Alcaín. “La clave se encuentra en determinar si un paciente queda con deterioro posterior o no a estos brotes”.
Entre los síntomas que pueden ser advertidos por el entorno de la persona, se puede advertir un comportamiento desorganizado, inusual o sin sentido aparente, una elevada suspicacia, hay un descuido de la apariencia, forma de vestir, hábitos de higiene, aislamiento social.
Pero hay brotes que los producen lo que genéricamente se conoce como trastornos bipolares, que son varias enfermedades. En esos casos, el brote “surge de la mañana a la noche, un paciente se siente distinto, y entra en riesgo”, señala Alcaín.
“Era la Universal o internarme”
Carolina Davadía sufrió un intento de abuso por parte de un familiar, a los seis años la atormentaba el pensamiento de que nadie la quería, entonces buscó el arma de su papá para terminar con su vida. “Recuerdo que pensaba que nadie me quería. Sufrí dos intentos de abuso más, nadie me creía, y al poco tiempo comencé a drogarme. Conocí a una persona, quedé embarazada, pero él no quería que tuviéramos al bebé. Me llevaron a un lugar para realizarme un aborto. Eso generó en mí un estado de alteración tremendo, tenía pesadillas todos los días, más los vicios, me acuerdo de que terminé muy mal.
Después conocí a mi esposo, pero yo cargaba muchas cosas, entonces exploté, tuve un brote psicótico, perdí el conocimiento por dos meses, mi mamá me llevó al psiquiátrico, pero yo seguía alterada. Mi hermana me decía que lloraba, gritaba y decía que quería a mi bebé. El psiquiatra me medicaba con cuatro pastillas por día”, cuenta.
Ella encontró la ayuda que necesitaba en la Universal, todo fue cambiando en ella y ya no volvió a sufrir problemas psiquiátricos. “Me libré de ese padecimiento porque me hablaron cuando tuve un lapso de conciencia y pude liberarme, hoy soy feliz”, afirma.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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