La espontaneidad es una de las principales características de los niños. Hablan lo que les viene a la mente sin preocuparse de lo que los otros van a pensar. Expresan sus sentimientos y sus opiniones con toda naturalidad y sinceridad que, en algunas ocasiones, terminan avergonzando a sus padres.
Por otro lado, existen algunos niños que son tan silenciosos y educados que constantemente son elogiadas por familiares, maestros y amigos, debido a la postura inusual de un niño.
En el salón de clases casi ni se escucha su voz, y cuando habla, la voz es temblorosa y casi inaudible. Nunca está en medio del desorden, por el contrario, casi siempre está solo, o con otro niño igual a él, tímido.
“Hay 3 factores que ayudan a desencadenar la timidez en un niño, la genética, la personalidad y el ambiente. La genética es la característica transmitida por la familia. La personalidad es el ‘perfil’ que el niño tiene. Los factores ambientales se refieren a las oportunidades de aprendizaje que el niño tuvo y que ayudaron a que él sea más espontáneo o no”, explica la psicóloga Renata Lourencetti.
Cuando se trata de una característica genética o de su propia personalidad, difícilmente ese niño se volverá extrovertido, pero es perfectamente posible ayudarlo, con algunas actitudes de sus padres, a vencer un poco la timidez y a ser más abierto.
Sin embargo, ser silencioso no debe considerarse como un defecto, porque cada uno tiene su manera de ser y debe ser respetada. El problema está cuando ese comportamiento más inhibido comienza a perjudicar el desarrollo de los más pequeños. Es en ese punto que los padres deben estar atentos, porque muchos, sin darse cuenta, terminan, con algunas actitudes, desarrollando esa inseguridad en su hijo, haciendo que él se retraiga cada vez más.
“Si cada vez que el niño intenta expresarse, los padres lo reprenden, o viven comparándolo con otro niño, la tendencia es que él desarrolle un complejo de inferioridad y se ‘cierre’ cada vez más. Por lo tanto, no compare a su hijo con otro niño, exponiendo su debilidad. No lo obligue a que sea irreverente, no ignore sus talentos naturales y no menosprecie sus opiniones y elecciones”, aconseja la especialista.
Vea a continuación 10 actitudes que los padres pueden tomar para ayudar a sus hijos a que desarrollen una buena autoestima y a superar la timidez:
1 – Incentívelo a que se socialice con otros niños.
2 – Invite a sus compañeros de clase a su casa y déjelo ir a la casa de ellos también.
3 – Ejercite su autoconfianza y su autoestima, dándole a su hijo pequeñas tareas. Eso hará que él se sienta importante.
4 – No lo critique o le llame la atención delante de otras personas, eso causa vergüenza e inseguridad.
5 – Critique el comportamiento y no al niño, no resalte en él características negativas.
6 – Elógielo y dígale que lo ama.
7 – Cuando su hijo intente hacer algo y le salga mal, no lo critique, en vez de esto, elogie su esfuerzo e incentívelo a que se supere.
8 – Préstele atención cuando le estuviere contando algo.
9 – Haga de cuenta que su opinión es importante, que usted cree en él.
10 – Respete su manera de ser.
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