Existen 4 grados de este tipo de heridas. Descubre cómo ha de ser el tratamiento de cada una
Las quemaduras son un tipo de lesión que ocurren con cierta frecuencia. Existen 4 grados de este tipo de heridas según la gravedad, dependiendo de si son superficiales y sólo afectan a la piel o traspasan las capas de la epidermis. Descubre cómo ha de ser su tratamiento.
¿Qué son las quemaduras?
Las quemaduras se definen generalmente como un tipo de lesión de los tejidos blandos causada por agentes físicos, químicos y térmicos que dañan la piel y otros tejidos. Ocurren en el momento en el que el organismo recibe más energía -sea calórica, química o eléctrica- de la que puede absorber sin sufrir.
Sobre la gravedad de las quemaduras
La gravedad de una quemadura depende sobre todo de los siguientes factores:
– Profundidad: se dividen en primer -de menor gravedad-, segundo, tercer y cuarto grado. La profundidad está determinada por la duración de la quemadura y la temperatura del agente causante de la misma.
– Extensión: cantitad de superfície del cuerpo afectada por la quemadura.
– Localización: en términos de situación de la quemadura, si ocurre en las manos, los pies, la cara o los genitales se considera grave.
– Edad: cuando se quema un menor de 2 años o una persona de edad muy avanzada la quemadura tiene mayor riesgo.
– Salud: dependiendo del estado general de salud de la persona que sufre una quemadura, se considerará de mayor o de menor riesgo.
Consejos para tratar las quemaduras
Las quemaduras han de tratarse de un modo diferente dependiento de su grado. Aquí tienes algunos consejos:
– Primer grado: el tratamiento de estas quemaduras, que se limitan a la epidermis (conocida como piel), es simple. Se basan en remedios caseros como aplicar hielo, crema hidratante, algunos aceites o mantequilla a la zona quemada con el objetivo de aliviar el dolor.
– Segundo, tercer y cuarto grado: cuando la quemadura traspasa parcial o totalmente las capas de la epidermis es imprescindible acudir a un especialista y no aplicar las sustancias anteriores. En este caso, en el momento mismo del accidente se ha de recordar:
– No soplar ni tocar la herida, pues se pueden transmitir microbios u otros agentes infecciosos
– No aplicar agua a la quemadura
– No quitar ropa pegada a la piel, pues se puede agravar la lesión causada por la quemadura
Cuando la quemadura, por su profundidad, afecta a un músculo, hueso, tendón y/o ligamento, se considera de cuarto grado. En estos casos hay que ir especialmente con cuidado y se debe asegurar el correcto seguimiento por parte de un especialista, ya que pueden ponen en riesgo la vida y, dependiendo del caso, podrían requerir la amputación de la extremidad, miembro o zona afectada.