Un estudio que se realizó en Reino Unido y en Irlanda indicó que, en estos últimos tiempos, se multiplicaron los casos de anorexia nerviosa en niños de entre 8 y 12 años. En la actualidad, las cifras de pacientes menores de edad, diagnosticados con este trastorno, son el doble de lo que se reveló en el último informe hecho en el 2006.
El culto a la belleza prepondera cada vez más, sobre todo en el auge de las redes sociales. En este contexto, tanto los adultos como los niños recurren a dietas y a mecanismos peligrosos con el fin de obtener un resultado meramente estético y lograr la aceptación de los demás. La reconocida influencer, Ireland Baldwin, confesó que padeció trastornos alimenticios durante su adolescencia. “Créanme, todo ese dolor y destrucción que me autoinfligí no valió la pena”, comentó a través de su cuenta de Instagram.
Muchas personas temen perder su belleza exterior y no ser aceptadas por la sociedad. Mas allá de ser un problema físico, estos trastornos tienen origen espiritual y emocional. Tanto es así que no les importa perjudicar su salud para alcanzar el “cuerpo perfecto” y tener su autoestima elevada. Sin embargo, en algún momento, la belleza física desaparecerá. Por lo tanto, no vale la pena priorizar e invertir en lo que tiene fecha de vencimiento. Priorice, preocúpese e invierta en lo que permanecerá por siempre: su alma.