En una escena impactante, Abigail, el personaje realizado por la actriz Bianka Fernandes, le cuenta a su marido Zelofehad (Felipe Cardoso) que aquello que ellos le pidieron a Dios durante varios años finalmente se había concretado: ella está embarazada.
“Es un milagro, el milagro más lindo de todos. Sabía que Dios nos oiría”, dice ella, llorando durante la escena. Y no era solo el personaje que se regocijó con la noticia. “Lloré mucho cuando leí la escena. Queriendo o no, nos apegamos al personaje y nos aferramos a él. Ese era el sueño de su vida. En el momento de filmar, tuve que contenerme para llorar menos, porque Abigail era una mujer fuerte”, revela la actriz.
Según la Biblia, Zelofehad tuvo cinco hijas y ningún hijo. No se sabe quien era su esposa, ella es mencionada en las Escrituras, pero no es llamada por su nombre. Sin embargo, Bianka supo darle vida al personaje. “Como ella casi no es citada en la Biblia, me inspire en lo poco que sabía de ella. Era una mujer estéril, muy buena, excelente consejera y soñaba con tener una familia”, cuenta Bianka.
El secreto de la fe
Abigail oró todos los días pidiéndole a Dios para quedar embarazada, pero, a los 40 años, todavía no había sido respondida. Existen muchas personas que pronuncian palabras vacías y creen que están orando, cuando, en realidad, no están. “Hubo una escena donde Zelofehad le dice que estaba orando mal, porque no estaba pidiendo con fe. Entonces, comenzó a buscar la fe para orar correctamente y ese fue el secreto para que Dios la atendiera.”
Para Bianka, formar parte del elenco de una novela que aborda temas como la fe y la espiritualidad ha sido una experiencia inigualable. “Esta novela vino para rescatar la fe de todos y hasta a mi me ha ayudado, porque mi personaje me sorprende mucho. Vivimos hoy los mismos conflictos que las personas de la Biblia, solo que nuestros problemas son contemporáneos en nuestra época”, explica la actriz.
Bianka también cuenta que su fe fue fortalecida. “Sin fe no podemos ir hacia adelante y evolucionar. Este personaje me ha ayudado a rescatar eso. Fue un verdadero regalo hacer esta novela porque siento que puedo despertar la fe del espectador. Si el actor no toca o no le trae un mensaje a su público, entonces el trabajo de él no sirve. Por eso está siendo muy gratificante”, concluye.
Conexión directa
¿Sabía que la misma palabra usada en hebreo para denominar oración también significa conexión? Para la lengua sagrada no hay coincidencia: cuando usted ora, usted está conectándose con el Creador. ¿Cuántas veces usted estuvo en medio de problemas que parecían no tener solución, y, sin poder ver una salida, le pidió a Dios que le mostrara un camino?
Sin embargo, no es solo cuando todo no está bien que usted tiene que buscar la ayuda divina. La oración deber ser una conversación sincera, directa y frecuente con Dios. Muchos otros personajes bíblicos también buscaban en la oración una salida para sus problemas. Ana hizo lo mismo que el personaje Abigail: oró pidiendo un hijo y fue atendida. Dios le concedió a Samuel, después de años de esterilidad.
Y si la historia de las Sagradas Escrituras es una historia de éxito y superación, lo mismo que sucedió con ellas puede suceder en su vida si usted toma la misma actitud.
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