Vea conmigo lo que Dios nos revela en Su Palabra:
“Ahora, esfuérzate…” Hageo 2:4
Lo que ya pasó, pasó, y ya no puede modificar mi pasado. Por eso Dios dice estas 2 palabras: «ahora» y «esfuérzate».
Dios nunca se queda condenando o culpando a quienquiera que sea. Eso es trabajo de los espíritus malignos, pero Dios nos da consciencia de los errores cometidos y oportunidades para confesarlos y abandonarlos. Sin embargo, yo y solo yo tengo que aprovechar «esforzándome»
- para agradarle santificando Su Nombre con mi carácter y vida donde sea,
- meditando en este primer trimestre del año en la Palabra de Dios todos los días, por la mañana,
- escuchando el mensaje del Obispo Macedo a las 13 h por Red Aleluya,
- siendo parte de un Grupo de la Iglesia y dando más de mí para Dios,
- no teniendo desánimo en medio de las luchas, persecuciones, tentaciones, problemas, conquistas. Y no desertar, no caer, no murmurar, no acomodarme,
- siempre hablando, agradecido, alabando, preguntando lo que Él quiere que yo haga, teniendo comunión constante, fuera del ambiente de la Iglesia o de la Reunión,
“’Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel’, declara el Señor, ‘esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esforzaos todos vosotros, pueblo de la tierra’, declara el Señor, ‘y trabajad, porque Yo Estoy con vosotros’, declara el Señor de los Ejércitos. ‘Conforme a la Promesa que os hice cuando salisteis de Egipto, Mi Espíritu permanece en medio de vosotros; no temáis’”. Hageo 2:4-5
– Esforzarme para no caer en tentación: Note que la primera tentación es acomodarnos y esta acomodación trae debilidades para orar, meditar en la Palabra, buscar el Espíritu Santo, ir a la Iglesia, dar nuestro testimonio donde estemos. Es tan cierto eso, que Dios nos manda 3 veces consecutivas a que nos esforcemos.
Un detalle «…todos vosotros…»: es decir, Pastores, Esposas, Auxiliares, Obreros, Evangelistas, Miembros, no importa el título, todos, antiguos y nuevos en la Iglesia. Todos debemos hacer esto para que este primer trimestre del año hagamos realmente lo que sea necesario para que veamos Su Gloria.
– «…y trabajad»: El Señor Jesús dijo «trabajad por la comida que Permanece para Vida Eterna…», invertir en la propia alma y en las almas que aún siguen perdidas, sufriendo, trabajar en la comunión con Dios, trabajar para el Reino de Dios.
– Cada Domingo de las Bienaventuranzas, aprendiendo sobre la Verdadera Felicidad, que requiere esfuerzo.
– «… porque Yo Estoy con vosotros…»: Porque Él está con nosotros no hay excusas, no hay cómo no vencer, pues no hay por qué temer, dudar, desanimarse, acomodarse, debilitarse. Su Presencia es todo, pues nos trae Paz, Seguridad, Alegría, Fuerza, Dirección, todo lo que necesitamos para vencer y ser felices de verdad. Sin Su Presencia nada somos, nada podemos.
“Yo Soy la Vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho Fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer”. Juan 15:5
– «Mi Espíritu está en medio de vosotros»: Dios ya envió la Promesa de Su Espíritu y Su Espíritu ya está aquí, pero solo nosotros podemos tomar posesión de la Promesa con entrega, obediencia y amor incondicional.
– «… no temáis».: Cuando somos Bautizados con el Espíritu Santo, el pasado no nos acusa, el presente no nos aterroriza y el futuro no nos preocupa, porque sobre los errores, problemas, necesidades, persecuciones Dios nos garantiza la victoria en todo momento.
Por esa razón, Dios nos manda:
- No bastar con saber, hay que hacer, ser esforzado,
- obedecer Su Palabra para saber cómo trabajar,
- tener comunión con Su Espíritu para no temer.
Obispo Júlio Freitas