En una crisis de abstinencia, un dependiente químico es capaz de todo para conseguir droga. Es capaz de robar, agredir y hasta incluso matar. No es nuevo que las drogas han destruido hogares y han causado la muerte de muchos jóvenes.
Sin embargo, no solo las drogas han causado esa dependencia, provocando reacciones de furia en sus usuarios y quitando la paz de las familias. Otro vicio, aparentemente inofensivo y que, a diferencia de las drogas, se incentiva su uso y hasta es considerado indispensable, es el celular. Hay tantas personas adictas al uso del aparato, que no miden las consecuencias de lo que hacen.
Recientemente, en una escuela pública de Salvador, capital de Bahía (Brasil), una estudiante tuvo un ataque de furia y agredió a la directora después de que le había confiscado el celular porque lo estaba usando en la clase, alterando las reglas de la institución. La joven perdió el control y la agredió físicamente, como si fuera insoportable la idea de quedarse sin el aparato por algunas horas.
En España, una mujer fue diagnosticada con “WhatsAppitis” luego de llegar al hospital con fuertes dolores en las manos. Ella había estado ap´roximadamente 6 horas consecutivas intercambiando mensajes por la aplicación WhatsApp, lo que provocó una inflamación en los pulgares y puños.
Hay niños, jóvenes y adultos totalmente esclavos de la tecnología, transformando algo que debería ser beneficioso -con respecto a la velocidad de la comunicación que el aparato proporciona – en un villano que ha arruinado las relaciones sociales y la salud de muchas personas.
El celular se convirtió en una compañía indispensable. Hay quienes no logran ir ni siquiera al baño sin él. Aplicaciones, juegos, fotos, videos, una publicación por aquí, otras por allí, y el aparato no sale de las manos ni siquiera un minuto.
No hay dudas de que la tecnología vino para facilitar nuestra vida, pero somos nosotros los que debemos dominarla, y no al contrario. Use la tecnología a su favor y no para sabotear sus relaciones profesionales, personales y su salud. Todo lo que es usado sin equilibrio es perjudicial. Un medicamento, por ejemplo, puede convertirse en un veneno mortal si se usa incorrectamente.
La consejera Núbia Siqueira deja algunas pequeñas reglas para el buen uso del celular. Vea:
En el trabajo –No use su tiempo con llamadas innecesarias o para bajar y exhibir sus aplicaciones, música y fotos. Por ese motivo cada vez más empresas están prohibiendo el uso del celular. Si usted necesita atender una llamada, pida permiso y salga brevemente para hablar. En las reuniones de trabajo, mantenga su teléfono en silencio y no envíe mensajes.
Hable con un tono de voz moderado – Si la llamada no se escucha bien, opte por llamar nuevamente en vez gritar. Se permite el altavoz para los que están solos.
Cuando esté en familia o con amigos - Disfrute de su compañía. Si usted está con el celular, estará mostrando que su teléfono es más importante que todos.
Cuando saque fotos y las envíe a las redes sociales – Use el sentido común. A veces se pierde tanto tiempo con eso, que usted no disfruta el momento. Tenga cuidado con los excesos.
Sonidos – Los muy escandalosos molestan, además de que es una falta de educación. Vamos a recordar la vieja frase: “Mi derecho termina donde comienza el del otro.” Tal vez la canción que a usted le gusta y sube el volumen, sea la canción que odia su compañera de trabajo y ella es obligada a escucharla todo el tiempo. Toda profesión exige postura y confiabilidad.
Fundas y accesorios – Todos quieren ser diferentes y, por eso, buscan una funda o adhesivo diferente para su celular. No hay nada malo en eso, pero sepa que la funda mostrará su personalidad. No queda bien que un adulto use una funda infantil, o una ejecutiva use una funda de animalitos. La funda que le queda bien a su amiga puede no quedarle bien a usted.
Transito + celular – No es ni una cuestión de etiqueta, sino de seguridad y obediencia a la ley. No use el celular mientras conduce.
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