Roxana: «Antes de llegar a la Iglesia Universal, todo estaba mal en mi familia. Teníamos deudas y siempre pedíamos prestado. A veces buscábamos en la basura para comer o vestirnos. Eso generaba peleas. Era muy triste nuestra vida. Debido a esa situación, no tenía ganas de vivir. Además, sentía odio y bronca hacia mis padres.
Era muy rebelde, tenía malas juntas y siempre salía a tomar y a fumar. Durante esas salidas, conocí a mi marido. Queríamos vivir juntos, en paz y con felicidad, pero no lo lográbamos. No teníamos casa, vivíamos en la casa de mi suegra. Luego, nació mi hija y no nos alcanzaba el dinero. Además, en nuestro matrimonio había engaños e infidelidades.
Todo iba de mal en peor. Solo pensaba en morirme. No veía una salida, fue como tocar el fondo del pozo.
Fue entonces cuando un vecino nos invitó a participar de las reuniones de la Iglesia Universal, nos dijo que allí su vida había cambiado y que podía pasar lo mismo con nosotros.
Decidimos empezar a participar de las reuniones. Justo en ese momento, había mucha gente que hablaba mal de la iglesia, diciendo que eran ladrones y chorros. Entonces comenzó un conflicto en nuestro interior. Queríamos asistir a la iglesia, pero escuchábamos esos comentarios que decían que nos iban a robar la plata, que debíamos tener cuidado porque ahí eran todos chorros.
Con mi marido dijimos: “¿Qué nos van a robar si no tenemos nada?”. Decidimos no hacer caso a esos comentarios y continuamos perseverando y usando nuestra fe.
Así, Dios cambió nuestras vidas. Nos enseñó a perdonar, a sacar el odio, a liberarme de la opresión y de la angustia. Antes teníamos pensamientos negativos, pero Él nos mostró que hay una salida. Se restauró mi familia y mi matrimonio.
Ya no pedimos fiado, tenemos nuestra casa y con mi esposo tenemos trabajos buenos. Hay paz en mi familia, fuerzas y ganas de vivir. Así como Dios nos ayudó, ahora queremos ayudar a otras personas, porque sí hay una salida y una solución. Dios transforma y restaura. Queremos transmitir eso a otras personas».
Ella asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Laprida 5401, Barranqueras, Chaco.