Las personas que tienen el Espíritu Santo están libre de las enfermedades ¿es correcto? No. A pesar de que muchos crean que vivir en la Gracia de Dios es estar libre de las enfermedades, la verdad es que el cuerpo humano es frágil y, por eso, está sujeto a enfermarse.
Sin embargo, algunas personas no entienden esa situación y, cuando se enferman se llenan de dudas: ¿Por qué tengo que pasar por esto siendo una buena persona? ¿Por qué Dios no me ayuda en esta situación? ¿Fue el diablo que colocó este mal en mí?
El obispo Domingos Siqueira responde estas preguntas en un video publicado en el canal “Obreros en Foco”, en Youtube:
“Lo que sucede es que las personas suelen “demonizar” todo. Todo, absolutamente todo lo que sucede es culpa del demonio. Nosotros sabemos que el diablo es un maldito, un inútil, etc., pero convengamos que no todo lo hace él.”
El obispo explica que sí existen enfermedades que son causadas por los espíritus malignos, pero eso no significa que todas las enfermedades tienen ese origen. Si la persona mantiene la fe al día, trata de vivir sin pecados y práctica lo que está escrito en la Biblia, por ejemplo, no existe ninguna razón para que los espíritus tengan poder sobre su cuerpo. Lo que sucede es que el hombre es débil y necesita cuidarse.
“Si usted no cuida su salud, se enfermará” afirma el obispo. “Si usted es una persona que no hace ejercicios, no cuida su alimentación, es una persona propensa a tener problemas de salud, obvio. Por ejemplo, el tema de la diabetes: hay personas que tienen diabetes porque comieron muchos dulces. ¿Entonces fue el diablo? No. Fue consecuencia de una mala alimentación.”
Fe aliada
Aunque la fe sea el primer socorro que debemos buscar, no es el único. Es importante, también, buscar ayuda médica cuando sea necesario. De acuerdo con el obispo Domingos, nadie necesita que aceptar ninguna enfermedad. Debe indignarse contra ella, rechazarla, principalmente, luchar contra ella usando las armas disponibles.
“Eso es lo que la persona tiene que hacer: ¿Tiene un problema de salud? Haga el tratamiento. Use su fe primero, pero no hay ningún problema en que busque un tratamiento. Usted puede aliar su fe al tratamiento. Lo que sea la parte de la fe, la fe lo solucionará. Lo que es parte del remedio, la mediación, del médico, la medicina lo solucionará.”
Por lo tanto, cuide su salud física y espiritual. No vea a la enfermedad como un abandono de Dios, sino como una herramienta para fortalecer su fe. Cuando tenga un dolor, busque a Dios, pero también busque al médico si es necesario.
“Cuidar su salud no es pecado. No sea religioso. Es importante usar la fe, pero con sabiduría, con inteligencia”, concluye el obispo.
Si usted está sufriendo alguna enfermedad, participe en la reunión de sanidad que se realiza todos los martes a las 8, 10, 16 y 20h en la Universal más cercana a usted.
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