Como dijo el propio Señor Jesús: “La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros.” Mateo 9:37
No deje que nada ni nadie arranque ese sueño de usted. No espere que las personas la apoyen, por lo contrario, cuanto mayor sea la lucha, mayor será su testimonio.
Ninguna esposa de pastor es igual, no importa la belleza, la nacionalidad, la raza, el color o el nivel de estudios. Para Dios, lo que cuenta es nuestra comunión con Él, al final, no tenemos ninguna capacidad, pero Él nos capacita de acuerdo a nuestra entrega. Si su deseo de ganar almas es verdadero, eso es lo que importa.
Quien sirve al Hijo, el Padre lo honrará. Si usted está preocupada por algo, preocúpese en agradar a Dios. Pues, así como Él vio el corazón de David y lo escogió entre otros hermanos, que aparentemente tenían mucha más capacidad que él, así hará con usted.
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