“Quiero consagrarme a Dios y me gustaría saber: ¿puede hacer ayuno de sexo sin pedirle permiso a mi esposo?”
Usted que es casado debe hablar con su conyugue. Si su marido no acepta, usted no podrá hacer este tipo de ayuno, porque usted no debe privar a su compañero del acto sin su permiso y viceversa.
La Palabra de Dios es bien clara: La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. (1 Corintios 7:4-5)