Hay que sacarse los zapatos para entrar en el Templo Karni Mata, enel Estado Rajastán, al oeste de India. Pero no es solo una regla como la de los otros templos considerados sagrados esparcidos por el país. Caminar descalzo por el Karni Mata es probar la devoción a las más de 20 mil ratas que habitan en el templo hace muchos años y son adorados como dioses. El lugar sagrado recibe miles de turistas y devotos hindúes, que caminan tranquilamente por la orina y excremento de los animales, sin preocuparse ni siquiera con los riesgos a la salud.
Los roedores pasean libremente por las instalaciones y pueden ser vistos interactuando con los niños o comiendo en una vasija de leche y granos colocados por las personas. Como tradición, los fieles también tienen el hábito de preparar una comida especial en un caldero (foto abajo) como ofrenda de adoración a las ratas. Además de alimentarlos, es común que algunos devotos coman lo que fue mordido por ellos, ya que es considerado sagrado.
“Es mi primer visita a este templo. No hay ningún historial de peste en la región, a pesar de la presencia de las ratas durante muchos años. Las personas vienen aquí para adorar a las ratas como dioses”, contó el visitante Surender Sharma al diario británico Daily Mail.
Los roedores son tratados con seria devoción por los sacerdotes del templo. La protección de los animales está garantizada, para que ninguno de ellos sea comido por depredadores. Se recomienda a los visitantes que transiten con cuidado. De acuerdo con las reglas internas, si alguien pisa accidentalmente a alguno y lo mata es considerado como un pecado. El castigo para este error es comprar una estatua de rata en oro o plata y ponerla en el templo.
Las ratas negras y marrones son fácilmente localizadas, pero si ven una inusual rata blanca, los religiosos creen que es sinónimo de “bendición” y “suerte”.
“Si alguien ve una rata blanca, él o ella recibe buena suerte y las bendiciones de dios. Estoy feliz porque ya vi una rata blanca”, afirmó el visitante DC Mishra.
Cómo surgieron las ratas en el Karni Mata
El templo indio fue construido alrededor del año 1900 por Maharaja Ganga Singh, como un tributo a Kami Mata, una mujer hindú del siglo 14 considerada sabia y una reencarnación de la diosa Durga, según la leyenda del lugar. Kami había visto a su hijastro morir ahogado mientras bebía agua en un pozo. Según sus seguidores, ella habría usado poderes sobrenaturales para reencarnar a su hijastro, pero en forma de rata. Y también decretó que todos sus descendientes, después de su muerte, resurgirían como roedores.
Los que veneran a las ratas creen fuertemente que tienen alguna relación con su familia – pudo haber sido el padre, el hijo, el tío, el hermano reencarnado.
Además de las ratas, es común la devoción a otros animales en la India, como a las aves, la vaca, el elefante, el mono y la serpiente.
Una familia llena de dioses
Los padres del indio Sathish Kumar, de 33 años (foto), también le rendían adoración a otros dioses. Una costumbre que venía desde los antepasados y que se extendió por años. “Como tradición, encendíamos las luces de la casa a las 18h en punto todos los días, para mostrar que nuestra casa estaba iluminada, cuando, en verdad, no lo estaba. En época de festivales, preparábamos arroz dulce y lo llevábamos al templo para los dioses. Teníamos un pequeño santuario en casa, lleno de imágenes. A pesar de que participábamos de todos los festivales hindús, comenzamos a ver que solo había enfermedades, deudas y falta de paz en nuestra casa, un lugar inapropiado para vivir”, afirma.
Sathish oyó hablar de un único Dios, que podría cambiar cualquier situación, por medio de un tío cristiano. En aquel momento, la familia enfrentaba un grave problema económico, lo que estimuló la indignación de su padre. “Un día mi padre agarró una imagen de uno de los dos más poderosos dioses del hinduismo, la tiró en el piso y dijo: “¿Para qué lo sirvo si no cambia nuestra situación?”
La actitud y valentía para renunciar a tantos dioses impulsó a la familia de Sathish a escribir una nueva historia. “Después de eso conocimos la Iglesia Universal y toda la familia vio como Dios cambió nuestra vida. No fue fácil, nuestros amigos nos juzgaron, también los parientes y la sociedad. Solían amenazarnos, diciendo que eso estaba en contra de la voluntad del dios hindú y que algo muy malo nos sucedería si nosotros continuábamos siguiendo a ese “Dios extranjero”.”
Hoy, 18 años después, además de los padres y las hermanas, la tía de Sathish también se convirtió al cristianismo. “La Palabra de Dios nos dio seguridad para seguir adelante y las señales del poder Divino fueron visibles”, destaca él.
Actualmente, Sathish es uno de los cuatro pastores nativos de la Universal en India. Si usted vive en el país y quiere conocer el trabajo de la Iglesia allí, ingrese aquí para verificar la dirección. [related_posts limit=”17″]