“Mi vida era un caso imposible”
Amelia: “Mi vida estaba muy mal, estaba enferma de gastritis. En lo económico también pasaba necesidades, vivía en una habitación junto a mis hijos, pasaba vergüenza. Comencé a participar de la reunión de los Casos Imposibles creyendo que Dios podía hacer lo imposible en mi vida. Al tiempo desapareció la gastritis. Seguí perseverando y compré mi casa. Ahora tengo mi propio negocio y me van a entregar mi 0 km. No fue de la noche a la mañana, perseveré, pasé luchas, pero me mantuve firme y gracias a Dios mi vida está siendo bendecida”.
Delfina: “En el año 2013 fui al neurólogo y los médicos me desahuciaron porque tenía un problema en el cerebro y debían operarme de forma urgente. El médico no me daba expectativas de vida, incluso con la operación. Me decía que podía morir de forma súbita. Hablé con el pastor de los Casos Imposibles y me dijo que usara la fe y pusiera mi cabeza sobre el camino de la sal. Lo hice y días después, regresé al médico y le dije que no iba a operarme. Firmé una serie de papeles y me fui. Vine a la reunión, usé mi fe, obedecí y me hice una nueva resonancia, que mostró mi sanidad completa. El médico no lo podía creer”.
Si usted tiene un imposible en su vida o en la de algún ser querido, acérquese a participar de la reunión de los Casos Imposibles este sábado a las 8, 10, 19 y especialmente a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro
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