Dilma: “Vengo de Villa Ballester, estaba desempleada hacía cuatro años, no lograba tener un trabajo estable, pero participé de la reunión de los Casos Imposibles y conseguí empleo gracias a Dios”.
Elda: “Hace unos dos años me habían operado de un quiste en el ovario y tenían que operarme nuevamente. Empecé a hacer la cadena de los Casos Imposibles porque no quería volver a entrar a un quirófano. Determiné que no iban a operarme de nuevo y gracias a Dios así sucedió, no tengo nada, mi ovario está sano y no hace falta ninguna intervención quirúrgica”.
Sol: “Una de mis hermanas tenía un departamento en alquiler y estuvo durante tres meses sin conseguir inquilino. Había gente interesada, pero por diferentes motivos no concretaban la operación. Yo vine a la reunión a pedir por ella y gracias a Dios pudo alquilar el departamento a un valor mayor del que pensaba.
Por otro lado, una vecina tuvo problemas de salud, tenía una especie de anemia, y estuvo internada durante 15 días, llegaron a hacerle quimioterapia. Yo pedí por ella y gracias a Dios al día siguiente empezó a mejorar y pocos días después le dieron el alta”.
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