“Mi nombre es Viviana y mi vida estaba destruida. Sufría con dolores de cabeza muy intensos, desmayos y dolores en todo el cuerpo. Mis padres me llevaron a la casa de los espíritus para buscar ayuda porque los médicos no le encontraban respuesta a lo que me pasaba. Además, tenía problemas espirituales, escuchaba voces, veía sombras y a los espíritus, mi mundo era ese. Con el tiempo empecé a trabajar para los espíritus, tiraba las cartas, bajaba entidades, hacía armonización en las casas y trabajos uniendo parejas. Supuestamente ayudaba a la gente, pero mi vida estaba cada vez peor.
Mi vida sentimental era un desastre. Yo era muy nerviosa, me peleaba con todos. Como no tenía el amor de nadie, me abandoné y no tenía ganas de hacer nada. Todo empeoró cuando me detectaron cáncer de útero.
Estaba mal en todos los sentidos, mi vida económica tampoco estaba bien, llegamos a tener una hipoteca impagable, estuvimos a punto de quedar en la calle.
Vivimos así hasta que ellos tomaron la decisión de buscar a Dios, ellos llegaron primero a la reunión de los Casos Imposibles, a mí me costó mucho pero cuando descubrí lo que era el poder del Altar y la Hoguera Santa, comencé a sacrificar por mi vida. Mi primer deseo fue tener un hijo porque había perdido cinco embarazos por el cáncer. En ese momento di todo lo que tenía porque quería dejar de sufrir, aunque algunas personas me decían que lo que estaba haciendo no iba a servir de nada.
Como resultado mi vida cambió completamente, las perturbaciones espirituales desaparecieron, fui sanada del cáncer, tuve un hijo, Dios me bendijo con una familia que vive en armonía. Además, pude cancelar la hipoteca que parecía imposible de pagar, trabajo por mi cuenta, tengo 24 vendedoras a cargo, compré un auto y voy por mucho más”.
Si usted tiene un imposible en su vida o en la de algún ser querido, acérquese a participar de la reunión de los Casos Imposibles este sábado a las 9, 19 y especialmente a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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