María: “Este año me salió en un estudio médico que tenía gastritis y me recetaron un medicamento, yo no acepté esa situación, dije que me iba a curar. Perseveré en la cadena de los Casos Imposibles orando, determinando y Dios obró en mi vida. Fui curada de la gastritis, ya no necesito tomar ninguna medicación. Gracias a Dios estoy sana”.
Juan: “Durante muchos años usé anteojos, hoy vine a la reunión de los Casos Imposibles con fe, en el momento de la oración creí que el Dios de lo Imposible estaba obrando en mí y ahora puedo leer sin necesidad de usar los anteojos. Estoy emocionado. Sin los anteojos veía mal, pero ahora mi vista fue restaurada, lloro de alegría”.
Marisa: “Le pedí a Dios que sanara a mi ahijado que vive en Santiago del Estero. Le había salido un tumor en uno de los ojos y estaba grave. Yo vine a la reunión, pedí por él y ese mismo día le dieron el alta. Debían operarlo, pero la semana pasada me llamaron para decirme que el tumor había desaparecido. Había perdido el ojo prácticamente y en dos meses fue sanado por completo”.
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