Ariel: “En un principio me resistía a ingresar en el Proyecto IntelliMen porque pensaba que no lo necesitaba o que no iba a cambiar nada de lo que había aprendido en estos años. Con el tiempo, empecé a hacer los desafíos y fui tomando conciencia de que debía cuidarme y alimentarme bien. Algunos desafíos me ayudaron a rever lo que había hecho en el Proyecto para ir hasta el final.
A medida que avanzamos en los desafíos, me sirvieron las lecturas propuestas y los videos que asistí para alimentarme espiritualmente. Nunca desistí de mi socio y él también fue beneficiado por el Proyecto”.
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