Mirta: “Mi hermano estaba muy deprimido. Se encerraba en su habitación y no hablaba con nadie. Entonces, vine a la reunión y empecé a mezclar el agua del Tratamiento Espiritual con el jugo que él toma. Hoy, gracias al poder de Dios, mi hermano está bien”.
Mónica: “Yo era una persona depresiva, también me dolía mucho el cuerpo. Incluso no podía mover un brazo desde hacía dos años, pero cuando me decidí a hacer el Tratamiento Espiritual, fui sanada y libre de la depresión. Gracias a Dios estoy libre de todo lo que afectaba mi salud”.
Norma: “Mi suegra tiene 88 años y la internaron por una neumonía grave, los médicos nos dijeron a los familiares que nos preparemos porque podía morir. Yo fui a hablarle de Jesús y me acordé del Tratamiento Espiritual. Le di el agua y en cuatro días le dieron el alta”.
Marta: “Usé el agua del Tratamiento Espiritual en mi hija, ella estuvo con fiebre alta durante tres días, tenía vómitos y mareos. Como los médicos no le encontraban nada, decidí usar la fe a través del Tratamiento Espiritual y mi hija fue sanada. Dios la curó”.
Domingo a las 9:30 en Av. Corrientes 4070 – Almagro
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