Servir a Dios es un privilegio de pocos, porque son pocos los que están dispuestos a dejar sus sueños para soñar los sueños de Dios.
Este servicio lo vemos reflejado en la Biblia, en hombres y mujeres de Dios que dejaron sus vidas para servir a Dios y al prójimo, alcanzando al sufrido, llevando una palabra de ánimo al que no tiene más esperanza.
Por eso, este sábado 25 de enero, a las 18 h, los siervos de Dios tendrán una reunión especial, con el objetivo de renovar sus fuerzas y fortalecerlos en su vida espiritual, para que sigan ayudando al prójimo.
En esta oportunidad, el obispo Julio Freitas, recién llegado de Tierra Santa, a partir de las 17 h, les impondrá las manos a todos los presentes, transmitiéndoles la bendición.
Estaremos en el Templo de los Milagros en Av. Corrientes 4070, y por transmisión simultánea para Sudamérica.