Existen preguntas que, diariamente, nos hacemos a nosotros mismos con la esperanza de comprender por qué nuestra vida está en el estado en el que se encuentra…
Entonces, hágase las siguientes preguntas a sí mismo y después respóndalas, por favor:
¿Dios quiere liberar a algunos o a todos?
– ¡¡¡A TODOS!!!
¿Dios quiere curar a algunos o a todos?
– ¡¡¡A TODOS!!!
¿Dios quiere realizar sentimentalmente a algunos o a todos?
– ¡¡¡A TODOS!!!
¿Dios quiere salvar a los familiares de algunos o a los de todos?
– ¡¡¡A LOS DE TODOS!!!
¿Dios quiere bautizar con el Espíritu Santo a algunos o a todos?
– ¡¡¡A TODOS!!!
¿Dios quiere que algunos sean Sus hijos o que lo sean todos?
– ¡¡¡TODOS!!!
¿Dios quiere hacer ricos a algunos o a todos?
– ¡¡¡A TODOS!!!
Entonces, ¿¿por qué la gran mayoría de los que dicen ser de Dios no utiliza esa misma fe-consciente, que fue usada para ACEPTAR y BUSCAR la liberación, la cura, la realización sentimental, la Salvación familiar, el Bautismo con el Espíritu Santo y ser Hijo de Dios para también ser rico económicamente??
Porque, lamentablemente, la mayoría erróneamente piensa que ser rico no es para sí o que no es de la Voluntad Divina… Esto porque, ignorantemente, asocian la riqueza al mal, a los “malos-ricos”… Cuando en realidad la riqueza fue creada y prometida por Dios para ser conquistada, disfrutada, multiplicada y administrada por todos Sus Hijos.
Dios deja claro en Su Palabra que Sus Riquezas económicas son para los ricos de la Fe. Y, no se engañe, los ricos de la Fe no son los llenos de conocimiento bíblico (religiosos), sino los obedientes a la Fe en las Promesas del Dios Vivo.
A ejemplo de Abraham, de Isaac, de Israel-Jacob, de José, de Gedeón, de Jefté, de Ester, de Rut, de la viuda de Sarepta, de David, etc., es decir, personas comunes y simples, que se hicieron grandes delante de Dios y ricas delante del mundo en sus épocas. Personas que hicieron historia llevando liberación y Salvación por medio de su testimonio de Fe- Consciente.
Como también hubo personas muy “malas ricas” ante el mundo, pero que fueron pequeñas ante Dios y lo perdieron todo, a pesar de haber sido reyes, como: Amrafel, Arioc, Quedorlaomer, Tidal, Bera, Birsa, Sinab, Semeber, Faraón, Amalec, Og, Sehón, Balac, Evi, Requem, Zur, Hur, Reba, Ben-adad, Hazael, Acab, Manasés, Saúl, etc. En el Nuevo Testamento, el Señor Jesús le dio al joven rico de bienes una oportunidad para volverse grande ante Dios, pero este la rechazó…
Usted quizá nunca haya ni siquiera oído hablar de estos pobres desgraciados del pasado, pero cada uno de ellos tuvo una historia triste, pobre y miserable, con un fin condenatorio por el propio Dios, y todo porque eligieron ser pobres de fe en el Dios Vivo.
Dios hizo que quede registrado en la Historia y en la Biblia, para la liberación de los sinceros que en nuestros días quieren ser ricos en la Fe-Obediente, para ser ricos en esta vida y en la Vida Eterna.
Palabras del Señor Jesús:
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas 16:13
Observe la palabra ‘SERVIR’. Dios promete la riqueza para que Su Pueblo sea servido, pero nunca para que Su Pueblo SIRVA a las riquezas. ¿Pudo entender?
Colaboró: Obispo Júlio Freitas