Las festividades del Rosh Hashaná, como es conocido el simbólico Año Nuevo judío, tiene origen en el principio de la Creación, descrita en Génesis. Se realiza en el mes judío de Tishrei – entre septiembre y octubre en el calendario gregoriano. Al atardecer del día 24 de septiembre del 2014 comienza el año judío 5775.
El Rosh Hashaná es una fecha para recordar la conclusión de la creación del universo por Dios, así como la aceptación de Su soberanía sobre el mundo. También son los días en que Dios juzga las actitudes de los hombres con respecto al año anterior y decide su futuro para el año siguiente.
Después del Rosh Hashaná, vienen los Diez Días del Arrepentimiento, que culminan en el Yom Kippur, en el que las personas tienen la oportunidad de expiar sus pecados.
La mayoría de las familias judías conmemora el Rosh Hashaná con las típicas costumbres y platos, que varían entre los grupos étnicos que conforman al pueblo judío. Incluso algunos no practicantes se adhieren a algunas de estas costumbres, como la cena, por tradición, aunque no concurran a una sinagoga. Es común el saludo Shaná Tová (“un buen año”), así como también el Shaná Tová Umetuká (“un año bueno y dulce”).
No todos los judíos encaran al Rosh Hashaná solamente como una fiesta. En los días que lo anteceden (una semana o un mes, conforme al grupo étnico), algunos realizan tres oraciones a lo largo del día, expresando remordimiento, arrepentimiento y pidiendo perdón. En las sinagogas, son hechas oraciones y alabanzas especiales para la fecha.
El toque del shofar, la trompeta hecha de cuernos de animales considerados puros, es uno de los puntos altos de la celebración en las sinagogas. Cuando el Rosh Hashaná tiene su primer día el sábado, el shabbat, el shofar se toca solamente al día siguiente, y no en los dos, como de costumbre. Lo mismo es observado en relación a la costumbre del Taschlich: durante las tardes del feriado, las personas van hacia la orilla de algún espacio abierto con agua, como un río o un lago, sacuden sus bolsillos y, simbólicamente, arrojan sus pecados al agua.
En la mesa de la cena del Rosh Hashaná, todos los alimentos simbolizan algo. Las manzanas cubiertas con miel, el plato más común, representan un dulce año. Las granadas, un año fértil en todos los sentidos. Una cabeza de pescado o de carnero, el deseo de mantenerse siempre al frente de todo. Los panes y galletas también pueden ser embebidos con miel, alegrando a niños y a adultos.
El comercio se cierra durante los dos días de feriado sagrado, de acuerdo con la tradición post-diáspora, en Israel y otras comunidades judías.
Así como en el mundo occidental son comunes las tarjetas de Buenas Fiestas al final del año gregoriano, las tarjetas del Rosh Hashaná también son enviadas. También como sucedió en Occidente, estas fueron sustituidas en gran parte por e-mails, mensajes de texto, llamadas telefónicas y similares.
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