Arqueólogos israelíes han hallado en San Juan de Acre una vieja estructura que, según todos los indicios, se trata del primer edificio de uso público de la época bizantina (324 a 638 d.C.) descubierto en esa ciudad tan vinculada al cristianismo.
El descubrimiento fue anunciado hoy por la Autoridad de Antigüedades y data de hace mil 500 años, período del que han quedado numerosos restos por toda Tierra Santa pero del que no se conocía ninguno en esa ciudad situada al norte de la portuaria Haifa.
“Posiblemente sea una iglesia”, indicó en un comunicado la arqueóloga Nurit Feig, directora del proyecto, quien advirtió de que el inmueble ha sufrido daños por los trabajos de construcción de un nuevo centro comercial, que no habían sido coordinados con la Autoridad de Antigüedades de Israel.
La legislación israelí exige que este organismo supervise cualquier proyecto de envergadura, en particular en zonas sensibles como la del yacimiento arqueológico de “Tel Acre”, donde ha sido hallada la estructura.
“Hasta ahora, la ciudad era conocida por las fuentes cristianas que mencionaban cómo su obispo tomó parte en la formulación de la nueva religión (el cristianismo)”, agregó Feig sobre “la primera evidencia concreta en el terreno” de ese relato.
Del período bizantino fueron halladas hace años en San Juan de Acre unas residencias privadas junto al mar, pero hasta ahora no se había encontrado ningún edificio público que ilustrase la vida diaria.
El suelo de una de las salas del complejo estaba recubierto por un mosaico y en el patio exterior hay un pozo.
La ciudad es más conocida por su glorioso pasado cruzado, del que quedan dos hospicios templarios, así como por su pasado islámico y turco, con imponentes mezquitas, un baño turco, posadas (khan) e incluso una fortaleza más reciente.
El impresionante edificio recién descubierto era de piedra con ornamentaciones en mármol, lo que sumado a los abundantes restos de tejas, vasijas de cerámica y monedas indican que se trataba de un lugar público y quizás de la sede del obispo de la ciudad en tiempos bizantinos.
Fundada hace unos 3.500 años, la denominada en hebreo “Ako” y en árabe “Aka”, es una de las ciudades más antiguas de la región y recibió su nombre de San Juan de Acre durante la tercera cruzada, a finales del siglo XII, quedando para siempre ligada a los caballeros cristianos que lucharon por Tierra Santa.
Sin embargo, textos cristianos muy antiguos indican que desde hacía siglos, los obispos de San Juan de Acre y Cesárea, también sobre la costa mediterránea y a unos 50 kilómetros más al sur, solían participar en encuentros internacionales que sirvieron para definir las primeras doctrinas cristianas.
Según Feig, la escasez de restos bizantinos se debe a las numerosas conquistas que sufrió la ciudad en siglos posteriores y a la influencia de esas otras culturas que fueron ocupándola.
Por su ubicación estratégica y su puerto, San Juan de Acre fue durante siglos un importante centro cosmopolita, y restos de todas las culturas que pasaron por ella son fácilmente apreciables por las calles de su casco antiguo, declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 2008.
Cosmopolitismo que heredaba desde el período helenístico, del que se han encontrado también restos característicos del levante Mediterráneo como ánforas de la isla de Rodas que llevan el nombre de sus gobernadores.
Actualmente la ciudad se aferra a su diversidad con una población mixta judeo-árabe que en total asciende a 46.000 personas y que además es el lugar más sagrado de la fe Bahai.