Todos podemos sufrir un paro cardiorrespiratorio, si se recibe asistencia con la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP), la persona tiene más posibilidades de recuperarse sin presentar secuelas.
La RCP actualmente se centra en las compresiones torácicas, de esta manera, la técnica es más sencilla y supone interrumpir menos la circulación de la sangre.
Los pasos denominados “cadena de vida” serán de gran ayuda:
1) Verificar la existencia de algún riesgo evidente al acercarse a la víctima En el caso de existir, se debe esperar a que actúe personal especializado sobre el peligro.
2) Evaluar el estado de conciencia de la víctima.
3) Llamar al número de emergencias médicas local.
4) Comenzar con las maniobras básicas de RCP:
– La víctima debe estar boca arriba y sobre una superficie dura para iniciar las maniobras de compresión.
– Colocar el talón de una mano y luego la otra mano encima, entrelazando los dedos, en el centro del esternón, entre los pezones. Si se cuenta con el DEA utilizarlo.
– Adoptar una postura erguida, los hombros deben estar alineados encima del esternón de la víctima; con las manos aplicar presión cargando el peso del cuerpo sobre los brazos rectos de manera que el esternón baje 5 centímetros.
– Realizar compresiones a un ritmo rápido y sostenido (mínimo de 100 por minuto) hasta que llegue la asistencia médica.
Les recomiendo tomar un curso de primeros auxilios o RCP para aprender a realizar el procedimiento porque las emergencias cardiacas no avisan, solo ocurren. Estar preparados hará la diferencia.
[related-content]