Vamos a entrar en este fascinante e importante tema refiriéndonos a una profecía del libro de Daniel. Pronunciada por un ángel, nos da una sentencia, un cuadro revelado del carácter de las circunstancias del fin de los tiempos. Esa profecía indica que al acercarse ese fin, habrá un incremento sin precedentes del saber humano, así como el de los medios de comunicación. El ángel quería que interpretáramos esos acontecimientos como señales clave de la cercanía de los tiempos finales.
“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.”, (Daniel 12:4).
Es notorio el hecho de que, durante la mayor parte de la historia del mundo, los sucesos humanos se produjeron de modo relativamente lento. Fue la invención de la imprenta, varios siglos atrás, que fue posible divulgarlos ampliamente, y recién en el siglo pasado la mayor parte de las invenciones que hoy disfrutamos fue perfeccionada como resultado del progreso tecnológico. Nuestros abuelos, en su infancia, vivían como cuando no había automóviles, luz eléctrica, teléfono, radio, ni televisión. En ese tiempo la revolución industrial recién comenzaba.
Fue a principios de este siglo que tuvimos al avión. La radio, la televisión y muchos otros inventos electrónicos que hoy tomamos como cosas habituales son maravillas del siglo XX. A través de dos recientes invenciones un locutor es potencialmente capaz de hablar a una nación entera. Culminando la serie de descubrimientos reveladores de la habilidad del hombre, está la bomba nuclear en Hiroshima. Y porque las condiciones del mundo son actualmente las que son, el poder de la energía nuclear continúa desarrollándose con el fin de la destrucción en masa. Es aparentemente un descubrimiento destinado a terminar con todos los demás.
No tenemos tiempo de detallar aún más la tremenda expansión del saber humano, salvo para poner en evidencia su sentido profético. El ángel dio a entender que el gran incremento del saber humano sería una señal de los tiempos del fin.