La Fuerza Joven de Japón realizó, recientemente, uno de los eventos más grandes ya organizados por la Universal en ese país. El encuentro, llamado “El Vencedor”, se llevó a cabo en el agitado “Gallery Mall Solamo”, en Hamamatsu, la ciudad más grande de la provincia de Shizuoka, localizada en la región central de Japón.
Participaron en el evento más de 2000 personas. La apertura contó con una presentación musical seguida de la pieza de teatro “El Vencedor”, en la cual los presentes pudieron conocer toda la trayectoria del Señor Jesús, el mayor ejemplo de liderazgo y fuerzas para nuestras vidas.
“Todos pasamos por momentos de dolor en nuestra vida, es inevitable. ¿Quién es el perdedor? Es el que pierde ante el dolor. El Señor Jesús pasó por el dolor, pero no perdió ante él. Venció todo e incluso la muerte en la cruz. Resucitó y vive para siempre. ¿Quién es el Vencedor? Es aquel que vence el dolor, y vencer el dolor también significa vencer las enfermedades, los problemas cotidianos, los pecados, y mantenerse en la presencia de Dios hasta el final, conquistando de esa forma, la Salvación eterna.”, dijo el obispo Marcelo Rocha, responsable del trabajo de la Universal en Japón, quien oró por todos los que desean traspasar las barreras y ser vencedores.
Ex-mafioso
El japonés Gomio Etsuo, de 46 años, junto a su esposa Machiko, relató cómo sus vidas cambiaron después de que comenzaron a participar de las reuniones en la Universal – él, desde febrero, ella, desde julio de este año. Etsuo fue traficante y, sumando todos sus pasos por la prisión, quedó detenido durante 23 años. “Soy un ex-mafioso. Usé y traficaba drogas. Apaleé a varias personas, y cuanto más delitos cometía, más cerca estaba de ser el líder del grupo. Yo era muy orgulloso, muy nervioso. Fui preso 13 veces por motivos de robo, tráfico de drogas y tentativa de homicidio.”
El matrimonio, aparentemente, vivía una unión feliz, pero, en realidad, peleábamos constantemente. “Yo no le daba atención a mi esposa. Al ser muy nervioso, no había diálogo entre nosotros. Yo era infeliz. Pero mi cuñado me hizo una invitación, porque estaba frecuentando la Universal, y esa invitación cambió mi vida. Él dijo que podría recibir ayuda. Yo necesitaba ese perdón, porque estaba arrepentido de lo que había hecho en el pasado y quería la chance de tener una nueva vida. Decidí entregarme a Dios y quedé libre de toda la tristeza. Hoy trabajo en la construcción civil y no frecuento más los lugares que frecuentaba”, cuenta Etsuo.
Visionarios
El grupo Fuerza Joven de Japón es una familia de visionarios. Muchas veces, esos jóvenes llegan al proyecto sin ninguna esperanza y aprenden a tener objetivos en la vida, que es posible realizar sus sueños, sin importar las barreras que surjan en el camino.
El evento en Hamamatsu superó todas las expectativas de los jóvenes. “Fue muy emocionante ser uno de los integrantes de la pieza, como también participar del evento. Vengo de la ciudad de Nagoya y afirmo que valió la pena haber participado, me gustó mucho. El mensaje fue muy fuerte y salgo de aquí más fuerte y con más confianza, sabiendo que soy una vencedora”, afirma Michele Baba, brasileña y voluntaria de la Fuerza Joven de Japón.