Perder a un ser querido representa un gran cambio, pero la muerte de un hijo suele ser aún más dolorosa, simplemente por cambiar el orden natural de la vida. Es un dolor muy profundo y difícil de olvidar.
¿Qué padre o madre no recuerda la alegría de haber descubierto la pequeña semilla dentro del vientre? Un nuevo ser concebido en un ambiente de amor, tan deseado, tan esperado, o incluso inesperado. Cuando un bebe nace, apegarse a ese pequeño ser no es una tarea difícil.
Pero, en medio a la alegría de ser padre o madre, descubrir que el tiempo de su hijo aquí en la Tierra se ha terminado es algo que no podemos imaginar. Cualquiera que haya sido el motivo de su muerte, una enfermedad, una tragedia o cualquier otro; la pérdida de un hijo no es fácil. Solo quien ha pasado por esto sabe cuán grande es ese dolor.
No importa la edad, ya sea en la infancia, en la adolescencia o en la etapa adulta, perder a un hijo es perder un bien precioso. Sin embargo, la vida debe continuar. Cerrar los ojos y vivir preso al sufrimiento no puede suceder.
El dolor es parte del proceso de la pérdida, pero los padres deben buscar soluciones para atravesar el luto, buscar consuelo y vencer.
¿Cómo superar el dolor de la pérdida de un hijo?
En su blog, la consejera Viviane Freitas, explica cómo fue superar la ausencia de sus dos hijos. Afortunadamente ellos no murieron, pero estuvieron separados de sus padres durante muchos años. Según Viviane, la sensación de la pérdida de un ser querido es la fuerza del corazón, que se alimenta del sentimiento y de todo lo que lastima. Por eso es necesario entregar la vida de su familia en las manos de Dios para librarse de eso.
“Si hoy tengo fuerzas para contar algo tan personal, es para que sepa que también soy humana y que estoy sujeta a las mismas pérdidas que usted ha sufrido en su vida. Pero, ¿de dónde he sacado las fuerzas, de dónde provino el socorro? Mi socorro y mi fuerza provinieron de Dios. Sea lo que fuere que usted haya perdido, ya se ha ido, existen nuevas conquistas esperándole. No sea esclavo (a) de ese dolor, usted puede ser más fuerte que él.”
Si usted ha perdido un hijo o un ser querido y necesita ayuda, tal vez no tenga con quien conversar sobre su sufrimiento, acérquese a la Universal más cercana a su domicilio y reciba una palabra de fe y apoyo.
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