Los hipersensibles son personas fácilmente rodeadas por el sentimiento, lloran o se estresan por demás. Generalmente se colocan como víctimas de la situación en contextos dramáticos y, casi siempre, apremiantes para ellas mismas, sus compañeros y otros a su alrededor.
Ese tipo de comportamiento puede contribuir con el fin de una relación, pues a nadie le gusta estar al lado de alguien que se vuelve constantemente desagradable, no acepta críticas, ni el diálogo y, la mayoría de las veces, se ofende y hiere por motivos insignificantes.
Si, en una relación, solo uno de los dos fuera hipersensible, ya es suficiente para que los dos sufran las consecuencias porque por más que uno haga por el otro, parece que nunca alcanza. Los hipersensibles crean una expectativa irrealista implicando a todos a su alrededor.
Inmadurez y falta de dominio sobre las emociones
La timidez, el miedo al rechazo, la inseguridad y la inmadurez son señales que nos remiten directamente a las personas hipersensibles. Por eso, por más que el compañero guste del otro, es necesario que el hipersensible lo reconozca y tenga fe para buscar la salvación dentro de si mismo.
“Porque fuerte es la persona que consigue tener dominio sobre sus propias emociones. La fe que trae beneficio es tener la certeza de que el mañana será mejor que hoy, no pensar que todo va a salir mal (por anticipado)”, dijo el obispo Adilson Silva, durante el programa “The Love School” (www.iurdtv.com.br).
El autónomo Gustavo Henrique y su esposa, Ana Paula, casados hace 18 años, sufrieron mucho en los primeros 10 años de relación. Ella era el tipo de persona hipersensible colérica (vea los consejos debajo), muy sensible e insegura. Se casó temprano, a los 16 años, y buscaba dedicarse demasiado, esperando lo mismo a cambio. Ahí, comenzaron las peleas.
“Ella realmente era muy chica e inmadura. Quería hacer todo para agradarme, pero, si a mi no me gustaba el arroz que estaba medio duro y le aconsejaba poner un poco más de agua, por ejemplo, no aceptaba mi opinión y decía que sólo lo sabía hacer de esa manera. Como ella era explosiva, y yo, un sensible más melancólico, me cerraba. Hoy, obtuvimos el entendimiento y reconocemos cuanto tiempo perdimos”, cuenta Gustavo Henrique.
Ella comenzó a frecuentar la Terapia del Amor. “El secreto es enfocarnos en aquello que se quiere. Como yo soñaba tener una familia sólida y feliz, tuve que buscar ayuda y buscar el espíritu del amor. Mi esposo comenzó a ver mi cambio (madurez) y también comenzó a ir. Hoy, hay diálogo y comprensión entre nosotros y yo domino mis emociones”, afirma Ana Paula.
Vea los consejos para identificar si usted o su compañero son hipersensibles y cómo superar ese desafío en la relación.
1 – La hipersensibilidad es una señal de egoísmo. La convivencia con alguien así es difícil porque es casi imposible no desagradarlo. La persona se vuelve muy exigente y, por eso, sus mayores decepciones se dan con los más íntimos. No se frustre. No espere perfección de la persona amada.
2 – Hay dos tipos de hipersensibles: el melancólico, es aquel que se hiere y queda introspectivo y amargado; y el colérico, que es la persona que por cualquier motivo “explota”. Ambos actúan así como una forma de auto-defensa, pero, en realidad, se están castigando a si mismos.
3 – Es necesario que se tenga dominio sobre las propias emociones, y que todo lo que es estresante sea descartado. El sensible se preocupa mucho por el mañana. El hipersensible sufre hasta por los problemas que aun no surgieron. Viva el día a día.
4 – Busque enfocarse más en aquello que es real, y no en aquello que usted imagina que pueda ser. La mayoría de los problemas están dentro de la cabeza de las personas.
5 – Busque mejorar la comunicación. Busque oír y hablar con las personas de la mejor manera posible. Muchos resentimientos surgen de una mala comunicación.