Hace miles de años, Jesús avisó que tragedias como estas, sucederían en todo el mundo
El primer terremoto registrado en la Historia fue una tragedia que sesgó la vida de más de 5 mil personas. Sucedió en Chile, en 1960, en la ciudad de Valdivia, y alcanzó los 9,5 grados en la escala Richter, escala que va hasta el 10.
Para que se tenga una idea del tamaño de la destrucción, ciudades enteras desaparecieron del mapa de Chile. Vale decir que el evento también precedió un tsunami que llegó a Hawái y a Filipinas, con olas de hasta 10 metros, matando, respectivamente, 61 y 32 personas.
Siglos antes, también un temblor, registrado en 1556, habría matado aproximadamente 830 mil personas en China. A pesar del número de muertos y de su gravedad, su magnitud no fue la mayor, ya que se estima que llegó a los 8,3 grados de la escala Richter.
En el 2004, un terremoto de 9,1 grados que antecedió a un tsunami en la isla de indonesia de Sumatra, mató cerca de 230 mil personas, en 14 países de la región. Mientras tanto, el terremoto que golpeó a Japón, a principios del 2011, es considerado el séptimo mayor de todos los tiempos. El temblor, de magnitud 8,9, seguido de un tsunami, dejó un saldo total de 25 mil personas muertas o desaparecidas en la región Nordeste del país.
Recientemente, un sismo de 5,8 grados mató a 23 personas y dejó a miles de desamparados en el Norte de Italia. En las horas y días posteriores, la región sufrió sucesivas réplicas de sismos, pero sin víctimas fatales.
¿Provocados por el hombre?
El terremoto, también llamado movimiento sísmico, es originado por factores como actividades volcánicas, fallas geológicas y por el movimiento de las placas tectónicas en la superficie terrestre. Sin embargo, algunas teorías afirman que muchos de éstos son causados intencionalmente por el hombre.
Esto lo dice Leonardo Seeber, investigador del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, de la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos (EUA). Para él, estos terremotos con causas humanas, son más comunes de lo que se puede imaginar.
El especialista explica que inclusive, un temblor sucedido en 1967, está asociado a la construcción de la represa de Koyna, en India. Asimismo, para Seeber, a pesar de que el hombre esta implicado en alguna de esas tragedias, es difícil saber cuando se trata de un desastre natural o de una acción humana.
HAARP
Esa es la sigla en inglés para High Frequency Active Auroral Research Program, que en portugués significa Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia. El objetivo del proyecto es entender cómo funcionan las transmisiones de olas de radio en la línea de la ionosfera – la parte superior de la atmósfera.
El programa se inició en 1993, en Alaska, Estados Unidos, y brega por ampliar los conocimientos sobre propiedades físicas y eléctricas de la ionosfera de la Terra. Con esa tecnología, sistemas de navegación y de comunicación militar y civil funcionarán perfectamente – así lo afirman fuentes oficiales.
Sin embargo, a pesar de la posibilidad de mejora en la tecnología de comunicación, el HAARP también genera muchas especulaciones, lo que pone en jaque la veracidad de sus objetivos reales. Muchos creen, que el proyecto es, en realidad, una verdadera amenaza al mundo.
En el 2002, por ejemplo, el entonces presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió del parlamento ruso documentos que aseguraban la existencia de un aparato, producido por los Estados Unidos, capaz de provocar interferencia en todo el globo, comenzando por algunos puntos aislados. Se referían al HAARP.
La declaración afirmaba que el proyecto norteamericano sería un arma geofísica y tendría capacidad de controlar la temperatura de la atmósfera, la radiación que atraviesa la capa de ozono y las placas tectónicas – las mismas que provocan los terremotos.
El temor de los parlamentarios sería el hecho de que el control de esas frecuencias y acciones podrían causar grandes desastres alrededor del planeta, destruyendo economías estables y disminuyendo drásticamente varias poblaciones.
Otras teorías conspiratorias afirman que el proyecto tiene, además de provocar terremotos, los objetivos de controlar la mente de la población y bloquear ejércitos militares de otros países.
Pero, ¿qué lleva a Estados Unidos a utilizar esta poderosa tecnología? ¿qué hay detrás de esta posible arma?
Para explicar los motivos de los terremotos, las teorías conspiratorias dicen que el país necesitaría testear la capacidad del HAARP, y como el océano no proporciona datos muy precisos, habrían resuelto realizar las pruebas en un país pobre, como Haití; ya destruido por la miseria y económicamente perjudicado y que además, no es enemigo de otros países. Esto facilitaría la acción del proyecto sin necesitar crear desajustes diplomáticos con otras naciones por la devastación del país latinoamericano.
A pesar de que dichas teorías se las consideran conspiratorias, ya que no existen fuentes oficiales que las comprueben, la realidad es que el mundo vive días de constantes amenazas naturales. Tsunamis y terremotos, verdaderas tragedias que originan la muerte de miles de personas en todo el mundo, son episodios que anteceden la segunda venida de Jesucristo a la Tierra, acontecimiento este que, cada día, se muestra más cercano a ocurrir.
“Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es sólo principio de dolores.” Mateo 24:7-8