«Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él». Romanos 8:9
«Así también está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente. El último Adán, espíritu que da vida.
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
El primer hombre es de la Tierra, terrenal; el segundo hombre es del Cielo.
Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el Celestial, así son también los que son Celestiales.
Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del Celestial.
Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible». 1 Corintios 15:45-50
«… por medio de las cuales nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas Promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la Naturaleza Divina…». 2 Pedro 1:4