Labán hizo de todo para causarle daño a Jacob, pero no lo consiguió, porque Jacob tenía un voto con Dios desde hacía 20 años. Quizás usted esté hace 20 años en la iglesia, o 15, o 10, y Dios no Se olvida de su voto y lo protege como a Jacob.
“Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche”. Génesis 31:42
Jacob le dijo a Labán que él había intentado hacerle daño, pero que Dios había visto su aflicción y el trabajo de sus manos y lo había reprendido para impedir que lo dañara. Mi amiga y mi amigo, en aquel voto de 20 años atrás, la primera cosa que Jacob había pedido era que Dios estuviera con él, y Dios estaba cumpliendo Su Palabra y estaba con él.
“Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo…”
Por eso Labán no podía hacerle daño, antes de que lo hiciera, Dios lo reprendió. Mi amiga y mi amigo, Dios no Se olvida de todos los que hacemos un voto con Él y cumplimos Sus preceptos. Dios ve. Todo lo que Jacob tuvo fue debido al voto hecho en Betel. El voto no es solo la ofrenda sino, principalmente, el empeño de la palabra.
Jacob había pedido cinco cosas:
1- “Si fuere Dios conmigo”, y Dios fue con él.
2- “… y me guardare en este viaje en que voy…”, y Dios lo guardó.
3- “… y me diere pan para comer…”, y Dios lo alimentó y lo hizo rico.
4- “… y vestido para vestir…”, y Dios lo vistió.
5- “… y si volviere en paz a casa de mi padre…”, y Dios le dio paz.
Mi amiga y mi amigo, piense bien, ¡un voto tiene un poder tremendo! Cuando uno hace un voto con Dios, principalmente en el Altar, Dios lo cuida para siempre.
Usted dice: “Si el Señor está conmigo yo estoy con Él”, y sus problemas pasan a ser de Él, y Él, que es Grande y Poderoso, lo protege. Labán se dio cuenta de que Dios estaba con Jacob. El voto nos da protección, libramiento.
“Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos…”
Jacob trabajó y se sacrificó y Dios lo vio, lo guardó, y reprendió a Labán para guardar a Jacob. El voto es de dependencia de Dios y de independencia de los hombres.
Jacob ya no dependería de su suegro, ni de su tío, ni de nadie más, ¡solo de Dios!
Usted puede hacer un voto con Dios, o, si ya lo tiene, renovar su voto de obediencia, de fidelidad. No importa lo que fue, ¡es de hoy en adelante! Usted que tiene al Señor Jesús como Señor y Salvador de su vida para alabarlo por siempre, aproveche, porque si Dios no estuviera conmigo yo no estaría aquí hoy, si Dios no estuviera con usted, usted no estaría, ¡si Él no estuviera con nosotros no estaríamos aquí!
Por eso es importante estar siempre en Su presencia, orando y ayunando. Dios no Se olvidó de Jacob y de su voto y no permitió que le hicieran daño, ¡y tampoco permitirá que se lo hagan a usted!
Piense en eso.
Dios le bendiga.