Azucena Cruz llegó a la Iglesia Universal buscando una solución para todas sus enfermedades que hacían de su vida un verdadero calvario: “Sufría con presión alta, colesterol y problemas en los huesos.
Los médicos me habían recetado siete clases de pastillas, pero no veía ningún resultado positivo. Así fue que un día tomé la decisión de participar en las reuniones. Haciendo uso de mi fe en las cadenas de oración, comencé a sentir el cambio, no fue nada fácil, pero estaba decidida quería mi sanidad total y así fue.
Gracias al Señor Jesús, conquisté lo que quería, estoy sana, llevo una vida normal y continúo perseverando por mucho más”, finaliza.
Si usted sufre con alguna enfermedad o conoce a alguien, venga este martes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 hs. en Av. Corrientes 4070 Almagro. Encuentre un Cenáculo del Espíritu Santo más próximo a su hogar.