Usted está en el colectivo o en el supermercado, o quizás tomando un café en una confitería, cuando de repente escucha a una mujer contándole sus problemas por teléfono a una amiga o su madre. Todos los que la rodean están atentos a los detalles, como si fuera una novela. Seguramente ya vivió una situación así o incluso fue la protagonista.
Cuando sucede eso es normal sentirse tentada a acercarse y dar un consejo, incluso sin tener un lazo con esa persona. Ahora, ¿cómo debe sentirse el que escucha ese desahogo? Es casi inevitable que surjan críticas, pues con el deseo de ayudar, los demás terminan tomando partido por uno de los dos en situaciones que son exclusivas de la pareja.
Sea por un comentario, o incluso por una discusión en público, la exposición del problema solo causará desgaste emocional en la pareja. Cuando los ánimos están alterados y ambos no están en un ambiente propicio para conversar seriamente sobre el asunto, la mejor estrategia es respirar hondo, esperar que las cosas se calmen y dejar la charla para otro momento más oportuno.
Sepa que divulgar su insatisfacción no ayudará a que el problema se solucione, aunque hable con familiares o amigos. Las probabilidades de equivocarse por actuar bajo la influencia de un tercero son muy grandes. Es preferible buscar la ayuda de alguien que tenga experiencia y autoridad para poder solucionar el problema de la pareja.
Por este motivo, todos los jueves el pastor Leandro y su esposa, Leide, ayudan a las parejas y a los solteros que enfrentan todo tipo de problemas amorosos a través de la “Terapia del Amor”. La reunión se realiza todos los jueves a las 16 y especialmente a las 20, exclusivamente en Av. Corrientes 4070, Almagro. Si desea hablar con ellos, trate de llegar una hora antes del comienzo de cada reunión.
También puede comunicarse con la Terapia del Amor por SMS al 22937 con la palabra terapia (espacio) su mensaje o por e-mail a terapiaresponde@gmail.com
Superó el pasado y hoy es feliz
Andrea era una persona llena de dolor y sufrimiento debido a las cosas que había sufrido en el pasado. “Crecí en una casa en la que había malos tratos. Mis padres se agredían, se golpeaban, no existían el diálogo, la comprensión ni la tolerancia. Eso afectó mi vida sentimental”, cuenta esta mujer que conoció a una persona con la que tuvo un hijo, pero repitió la historia de sus padres.
“Teníamos muchísimas peleas y diferencias, empezamos a salir con 18 años y él me decía que era joven, que quería disfrutar la vida. No quería ningún compromiso, no existía de su parte responsabilidad para con la familia”, afirma Andrea, que comenzó a sentirse triste y no valorada por el hombre que tenía a su lado. Al verla con la autoestima baja y sin saber qué hacer, su mamá la invitó a la Universal.
“Empecé a participar en las reuniones y un día mi pareja me buscó y me dijo que estaba teniendo una relación con otra mujer que ya estaba embarazada de cuatro meses. Él se fue y tuve que empezar todo de nuevo con mi hijo”, recuerda. “En la Terapia del Amor Dios curó mis heridas y conocí a quien hoy es mi esposo, un hombre que me cuida, me respeta, es todo lo que siempre soñé”, finaliza.
Todos los jueves a las 16 y 20 h te esperamos en la Terapia del amor, Av. Corrientes 4070, Almagro.
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