Aprendé con el ejemplo de Naamán de qué manera la fe y la obediencia hacen que los milagros sucedan.
Si estás enfrentando un problema que, humanamente hablando, parece imposible de resolver, tenés que saber que solo el poder de Dios puede ayudarte. La Biblia nos enseña, con el ejemplo de Naamán, de qué manera la fe en acción y la obediencia traen resultados.
Veamos:
Naamán era comandante del ejército de Siria, un hombre valiente, preparado para la guerra. Pero se encontró ante una situación que, a pesar de su fuerza y valentía, no podía vencer: la lepra.
Se puede comparar la lepra con un problema económico, porque también aleja a las personas, genera pérdida y trae desprecio.
Venciendo el orgullo:
La sirvienta de Naamán, una mujer de gran fe fue quien orientó al comandante a ir en busca del hombre de Dios. Esto demuestra que él todavía era orgulloso y necesitaba aprender a ser humilde.
Hoy en día, hay muchas personas que tienen dificultad para escuchar a otras que no están en su mismo nivel. Pero aprendé esto: Dios usa a quien Él quiere para mostrar que nadie es mejor que nadie. En el camino hacia el éxito, muchas cosas nos obstaculizan: el miedo, la ansiedad, la duda, pero el orgullo es la peor de todas.
Cuando una persona es orgullosa, Dios permite que reciba ayuda de quienes nunca se hubiera esperado para quebrar su prepotencia.
Obediencia:
Naamán había creado una escena en su mente sobre cómo Eliseo clamaría a Dios para curarlo. Pero el profeta ni siquiera salió a recibirlo, sino que envió un mensaje a través de su asistente. Naamán se enfureció, pero sus sirvientes, una vez más, lo ayudaron a reflexionar y obedecer la orientación del profeta.
Por orgullo, Naamán casi pierde su bendición. Tenés que entender que el Señor nunca va a actuar a tu manera ni en tu tiempo. Él lo hace de la forma correcta y en el momento adecuado. Nuestro deber es confiar, hacer lo que está a nuestro alcance y dejar que Él haga el milagro. Aprendé a hacer las cosas a la manera de Dios y obedecé. Además, rodeate de personas que te deseen el bien, que sumen y te acerquen a lo correcto.
Participá:
La reunión “Prosperidad con Dios” se realiza los lunes en el Templo de los Milagros a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h, y 20 h.
También podés participar en la Universal más cercana. Encontrá la dirección acá.