¿Cuántas personas pasaron meses, años o hasta décadas en la cárcel por un crimen que NO cometieron?
¡ERAN INOCENTES! Pero su inocencia no fue suficiente para librarlas de la condena.
Otras contaban con un excelente abogado, pero aun así fueron condenadas.
Entonces, ¿qué les faltó a estas personas que fueron juzgadas injustamente?
¡UN TESTIGO FIEL!
¿Por qué no basta con ser inocente o tener al mejor abogado?
Porque, en un tribunal, lo que cuenta para el juez no es lo que uno piensa, siente, dice o sabe, sino lo que puede probarse.
Y el TESTIGO FIEL es la PRUEBA clave de los hechos.
El abogado necesita pruebas para hacer su defensa justa delante del acusador y del Juez.
Por eso, el TESTIGO FIEL es decisivo para que el juez pueda dictar SENTENCIA.
En nuestro caso, ese TESTIGO FIEL es el SACRIFICIO, ¡la ENTREGA TOTAL!
Reflexioná conmigo en este pasaje:
“Allí claman, pero Él no responde a causa del orgullo de los malos. Ciertamente el clamor vano no escuchará Dios, el Todopoderoso no lo tomará en cuenta.Cuánto menos cuando dices que no Le contemplas, que la causa está delante de Él y tienes que esperarLe”. Job 35:12-14
No se trata solo de enfrentar un juicio, sino de que el Padre Justo Haga justicia.
La PRÁCTICA de la OBEDIENCIA y la FE acompañada de OBRAS —hacer TODO lo que Él nos pide— nos da la certeza de que la Recompensa llegará.
Y lo que más deseo es ese momento de presentarme delante de Él.
“Pero el Señor permanece para siempre; ha establecido Su Trono para Juicio, y Juzgará al mundo con justicia; con equidad ejecutará Juicio sobre los pueblos”. Salmos 9:7-8
¿Dónde está la clave?
La clave está en obedecer al 100 % Su Palabra.
Porque la verdadera fe se prueba con obediencia, llegando al Tribunal Divino, como está escrito:
“El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo”. 1 Juan 2:6
El Señor Jesús no solo Habló, sino que enseñó a obedecer hasta las últimas consecuencias. Él obedeció hasta su último suspiro. Y nosotros solo seremos justificados si seguimos ese mismo ejemplo.
¡Presentémonos ante el Tribunal del Justo Juez!
Te desafío a presentarte en el Tribunal Divino aquí en la tierra, en el Altar del Dios Vivo:
Tomá las palabras del Señor Jesús, entregá toda injusticia, y buscá al Espíritu de Justicia.
Todo juicio tiene fecha, hora y lugar. El Tribunal del Justo Juez también.
Solo quien ha sentido en carne propia el peso de la injusticia sabe que no puede postergar esa audiencia con Dios.
Porque en esa audiencia se presentan las tres oportunidades más grandes de la vida:
- Ser Justificado.
- Ser Transformado.
- Y disfrutar de la Grandiosa Justicia Divina en la tierra.
Pensá en lo siguiente:
¿Cuántas audiencias dejaste pasar?
En otras palabras, ¿cuántas oportunidades tuviste de presentarte con tu Abogado (el Señor Jesús) y tu Testigo Fiel (tu sacrificio) ante el Tribunal Divino (el Altar)?
Acordate:
El Justo Juez solo podrá evaluar tu caso y dictar sentencia cuando cumplas estos requisitos.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!