Se acerca fin de año y el panorama de incertidumbre se acentúa. La falta de empleo, las deudas, la inflación, todo coopera para que las preocupaciones le quiten el sueño. Usted puede encontrarse en una situación que parece no tener marcha atrás, sin embargo, encontrar la salida es cuestión de hallar el punto de vista correcto.
Una crisis puede ser vista como una oportunidad, sin embargo, la oportunidad puede llevarlo a la conquista de bienes materiales solamente o a una vida próspera, con abundancia en todas las áreas de su vida. El problema no es conquistar, una persona puede conquistar con o sin Dios, pero, la diferencia radica en que es el Dueño de todo el oro y toda la plata quien tiene el poder de consolidarlo como vencedor en su economía y en todas las áreas de su vida. Para lograr tener esta visión, es necesario tomar consciencia de la grandeza de Dios.
Lunes tras lunes miles de personas buscan esta visión en el Congreso para el Progreso, un evento en el que usted aprende a tener una actitud diferente ante los problemas. Su negocio puede ser pequeño, pero usted aprende a proyectar, a ver hecho realidad lo que siempre soñó para su negocio; puede estar en la miseria, pero, por la fe, ve las puertas abriéndose.
Deje de lado el miedo y la inseguridad, haga una alianza con Dios, demuéstrele que confía en Él, sacrifique creyendo en la respuesta. Suba al monte Sinaí y baje transformado. Aproveche la oportunidad de cambiar el rumbo de su historia en el Congreso para el Progreso todos los lunes a las 8, 10, 12, 16, 22 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Ellos cambiaron su visión y fueron prosperados
Richard: “Mi vida era un desastre, vivía de changas y con mucho sacrificio pagaba el alquiler de una pieza. Dormía en el piso, pasaba hambre y comía una sola vez al día.
Cuando llegué al Congreso estaba la Hoguera Santa en el monte Sinaí y le pedí a Dios un taller de costura. Sacrifiqué y conquisté una vida próspera, a los siete meses ya tenía mi taller con maquinarias y empleados como había pedido.
Hoy tengo mi casa propia de dos plantas, hace poco la refaccioné, tiene todas las comodidades para mi familia”.
Cristina: “Antes de participar de la Hoguera Santa en el monte Sinaí mi vida era un desastre. Mi casa se caía a pedazos, muchas veces no tenía qué darle de comer a mis hijas porque me gastaba el dinero en medicación. Desde que empecé a sacrificar no solo fui curada, sino que comencé a prosperar.
Fui teniendo cada vez mejores trabajos, pude ejercer mi profesión, soy analista comercial. Al tiempo empecé a trabajar en multinacionales, con buenas comisiones. Hoy tengo dos casas, una camioneta y seis autos que son parte de mi agencia”.
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