El último domingo de 2012, durante la reunión del Estudio del Apocalipsis, realizada a las 20 hs., en el Cenáculo del Espíritu Santo en Portugal, el obispo Edir Macedo destacó la importancia de que el verdadero cristiano se mantenga íntegro y cele su salvación.
“Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que camina en medio de los siete candelabros de oro…” Apocalipsis 2:1
“Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, que, a su vez, son los siete candeleros. Cada iglesia tiene un líder y cada líder está representado por un ángel. Pero, en este caso, considere individualmente, que usted es una iglesia, entonces usted es el ángel de su iglesia”, explicó.
“Con base en este pasaje, usted, que es nacido del Espíritu Santo, tiene una responsabilidad respecto a su iglesia. ¿Y cuál es su iglesia? ¡Usted! El propio Texto Sagrado afirma que nosotros somos el Templo del Espíritu Santo. Y ¿qué es del Templo del Espíritu Santo? ¡La iglesia! Entonces, simbólicamente, nosotros somos la iglesia. Y este pasaje específico se refiere a que existen siete iglesias, o sea, siete tipos de cristianos y, tanto usted como yo, estamos insertos en una de estas siete iglesias.”
El obispo se ocupó de evidenciar los aspectos positivos y negativos del tipo de cristiano que precisa mejorar o corregir. Éste, está representado por obispos, pastores, obreros y miembros; en suma, representa a la persona que sirvió como iglesia en este mundo, el alma humana, pues será ésta la que entrará (o no) en el Reino de Dios.
Al final del encuentro, el obispo aclaró cómo deber ser la postura de este primer tipo de cristiano, su personalidad, o su trabajo; la forma que cela por su iglesia; es decir, su propio cuerpo, su vida, su carácter, su manera de ser, su comportamiento.
“Tenemos que mantener el celo las 24 hs. del día por este templo, que es nuestro cuerpo, esta iglesia que Jesús nos dio para cuidar”, finalizó.