¿Por qué escribo este blog? En primer lugar, porque escribir me ayuda a pensar.
Desde que descubrí que antes de que todo existiera – el ser humano, la Tierra, el Universo, todo – lo que existía era la Palabra, que la Palabra estaba con Dios, y que esa Palabra es el propio Dios (Juan 1:1), yo me he empeñado en conocerla.
Ya que ella creó todo, tiene un poder ilimitado, ¿cómo no buscar conocerla? La Palabra anima al que piensa en desistir. Orienta al perdido, fortalece al debilitado, ella educa al humilde y lo convierte en un sabio. Por encima de todo, Ella es el puente que nos lleva a la mente de Dios.
Escribir me ayuda a pensar, a crecer como persona, y a acercarme a Dios. Por eso, yo escribiría aunque ni siquiera una de las 80 mil personas que están registradas a este blog fuera a leer mis palabras. Yo escribiría porque quiero las palabras correctas muy cerca de mí.
Por supuesto que cuando comencé a postear en el 2005 (¡acabo de darme cuenta de que han pasado 10 años!), no imaginaba que a alguien le importaría leer, mucho menos registrarse en el blog y convertirse en un ávido lector. No puedo dejar de agradecer a todos los que me han seguido, incluso a los eventuales trolls. Espero haber añadido algo en sus vidas.
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Listo. Menos de 30 segundos, garantizado.
Gracias por su compañía.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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