El presidente de Bolivia Evo Morales, y representantes de los gobiernos municipal, departamental y regional, estuvieron presentes en el encuentro “Reestructuración del Régimen Penitenciario”, que se realizó en la mayor y más poblada ciudad boliviana, Santa Cruz de la Sierra, y debatió temas sobre el sistema carcelario, la seguridad del ciudadano y situaciones de conflicto en los recintos carcelarios.
Voluntarios del Grupo T-ayudo de la Universal de Bolivia, y el pastor Roberto Lopes da Silva, responsable del Proyecto, fueron invitados por la Dirección Nacional del Régimen Penitenciario a participar del Encuentro y discutir sobre las inversiones en infraestructura, tecnología y servicios para el sistema penitenciario boliviano.
“El encuentro fue un gran éxito. El presidente Evo Morales habló acerca de la construcción de nuevas prisiones, la reconstrucción de la unidad incendiada recientemente, y la implantación de mayor seguridad con cámaras dentro del establecimiento” relató el pastor.
Acompañando el debate estaban autoridades de diferentes ministerios de gobierno, jueces, fiscales del sector y representantes de instituciones defensoras de los derechos humanos, de organizaciones no gubernamentales (ONGs), sociales, privadas y religiosas.
T-Ayudo contribuye con el cambio de vida
La organización T-Ayudo, que desde hace 5 años está presenta en Bolivia, realiza frecuentemente actividades y visitas penitenciarias. Durante los eventos, los voluntarios distribuyen kits de higiene personal, libros, revistas y Biblias.
Ellos también realizan oraciones y llevan la Palabra de Dios a los detenidos, contribuyendo así al cambio de esas personas, que tiene una nueva chance de vida al recibir el Espíritu Santo. Fue lo que sucedió con Mercedes Fernández.
Condenada a 30 años de prisión, después de involucrarse con el alcohol y otras drogas, su vida comenzó a cambiar después de la visita de los voluntarios el Grupo. “Cuando conocí a Dios comencé a ser fiel y mi vida se transformó. Le pedí que mi condena fuese disminuida, y así sucedió. De 30 años pasó a 8 años. Ahora soy una persona totalmente libre y sirvo a Dios con una vida totalmente transformada.”
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